"Brasil, decime qué se siente tener en casa a tu papá.
Te juro que aunque pasen los años, nunca nos vamos a olvidar...
Que el Diego te gambeteó, que Cani te vacunó, que estás llorando desde Italia hasta hoy.
A Messi lo vas a ver, la Copa nos va a traer, Maradona es más grande que Pelé".

Argentina no se llevó la copa del mundo en el Mundial de Brasil 2014, pero dejó una canción para el recuerdo del fútbol. Ese Maradona es más grande que Pelé retumbó y retumbó, en un nuevo episodio de ese enfrentamiento argentino-brasileño por ser el cuna del mejor futbolista de la historia.

Es tan difícil encontrar un argentino que elija a Pelé como a un brasileño que se decante por Maradona. Los más antiguos elegirían a Alfredo di Stéfano y los más modernos escogerían seguramente a Lionel Messi. Pero lo cierto es que la rivalidad entre Pelé y Maradona, aunque no fueron coetáneos, traspasó los terrenos de juego y la paz no llegó hasta 2016 "No más peleas", se dijeron aquel año en Francia, donde se fundieron en un gran abrazo.

"Perdí a un gran amigo y el mundo perdió una leyenda. Aún queda mucho por decir, pero por ahora, que Dios dé fuerzas a los miembros de la familia. Un día, espero que podamos jugar juntos a la pelota en el cielo", escribió hoy el legendario futbolista brasileño en un tuit para despedir a Maradona.

Alfredo di Stéfano, el primer crack

La primera gran estrella internacional del fútbol fue Alfredo di Stéfano. El argentino nacionalizado español revolucionó el juego en los años 50. Para muchos ha sido el más futbolista completo de todos los tiempos. Pasaba, marcaba, regateaba, peleaba, ayudaba y contagiaba. Tras crecer en Argentina y pasar por Colombia, en 1953 recaló en el Real Madrid de Santiago Bernabéu y cambió para siempre la historia del club blanco.

El Real Madrid no sería el Real Madrid sin Di Stéfano. El club llevaba más de 20 años sin ganar una Liga. Con el todocampista sobre el césped, celebró ocho Ligas y, sobre todo, cinco Copas de Europa consecutivas. Su gran lunar fue el fútbol de selecciones: nunca jugó un Mundial.

"O Rei" Pelé

Cuando se apagó la luz de Di Stéfano se encendió la de Pelé en Brasil. El delantero, "O Rei", jugó prácticamente toda su carrera en el Santos, pero su leyenda, al contrario que la de Di Stéfano, se forjó en el fútbol internacional.

Pelé es el único futbolista de la historia que ha ganado tres mundiales: con 17 años celebró el de Suecia 1958, volvió a festejar cuatro años después en Chile y se encumbró por encima de todos en México 70, con una selección brasileña que será recordada como uno de los mejores equipos de siempre. Era rápido, entregado a la causa del regate y el gol. El "padre" del jogo bonito que después encumbró a jugadores como Ronaldo, Ronaldinho o Neymar. 

Maradona, para lo bueno y para lo malo

Si hay un jugador que no ha dejado indiferente a nadie, ése se llama Diego Armando y se apellida Maradona. Tomó el testigo de Pelé y vivió una simbiosis con el balón que no se ha visto hasta los días de Messi. Di Stéfano era un todocampista, Pelé un delantero total y Maradona un virguero de la pelota. La domaba cómo quería, la llevaba cosida a la zapatilla y la mimaba.

Todo eso lo acompañó con una vida llena de excentricidades, drogas, idas y venidas, salidas de tono y regresos triunfales. Alcanzó el cúlmen futbolístico en el Nápoles, donde también entró en los bajos fondos de la vida, y se ganó un lugar en la historia con su actuación en el Mundial de México 86. Aquella mano de dios, aquel gol del barrilete cósmico, aquella superioridad casi insultante. Pero entró en el laberinto de la droga y las malas artes y nunca pudo pasar página.

Messi, el dueño del siglo XXI

Una de las frases que mejor pueden definir la clase y la altura de Lionel Messi la pronuncia con asiduidad el analista Julio Maldonado Maldini. "Messi es Maradona todos los días". Lógicamente, no hay que tomar la descripción al pie de la letra: Messi falla y comete errores. De hecho, lleva unos años lejos del nivel estratosférico que le llevó a la mesa de los mejores de la historia. Pero ninguno de los futbolistas antes mencionados mostró su magia con la regularidad de Messi.

Diez Ligas y cuatro Champions mandan en un palmarés decorado con cientos de goles y actuaciones estelares a puñados. Lleva doce años sin bajar de 23 goles en LaLiga y la noticia con Messi ya no es cuando marca un doblete o un hat-trick, sino cuando no lo hace. Las comparaciones con Maradona siguen ahí y sus detractores, muchos argentinos, no le perdonan que todavía no haya ganando ni un Mundial ni una Copa América con la Albiceleste.