La crisis entre JxCat y ERC ha vuelto a estallar a cuenta de la suspensión como diputados de Carles Puigdemont, Jordi Sánchez, Josep Rull y Jordi Turull y ha obligado a suspender la Mesa y retrasar el Pleno de Debate de Política General. JxCat insiste en una fórmula que supone un desacato al Tribunal Supremo para mantener la ficción de que Puigdemont no ha sido suspendido y ERC ha dicho basta y se niega a poner en riesgo a Roger Torrent, uno de sus principales activos electorales.

Flota en el aire del Parlament la convicción de que el independentismo está más cerca que nunca de romper el Govern y volver a elecciones anticipadas, cuando todavía no se ha cumplido el primer aniversario del 21D. Si la mayoría independentista no puede aprobar unas simples resoluciones del Debate de Política General, no puede aspirar a seguir gobernando.

Pero también cunde la sensación de que la batalla abierta entre los grupos, enfrentados en última instancia por quien asume el papel de traidor a la causa ante el electorado independentista, no es compartida por los miembros del Ejecutivo de uno y otro partido, que empiezan a rentabilizar las nuevas relaciones con el Gobierno con pactos millonarios en favor de Cataluña.

El presidente del Parlament, Roger Torrent, y el de la Generalitat, Quim Torra, se encuentran reunidos en este momento para intentar llegar a un acuerdo que permita reemprender el pleno. Pero en el actual escenario y con el enroque de JxCat, solo se vislumbran tres salidas para Torrent: desobedecer al Tribunal Supremo permitiendo el voto de Puigdemont y demás diputados de JxCat por delegación, impedirles votar, o suspender el Debate de Política General, extremo que fuentes de su equipo han negado taxativamente. En todo caso, tanto la segunda como la tercera opción  abocaría directamente a elecciones.

Crisis en la Mesa

Torrent ha acudido a Torra tras una tensa reunión de la Mesa del Parlament, en la que ha rechazado el escrito presentado por JxCat para anunciar que mantienen la delegacion del voto de sus cuatro diputados procesados en base a los acuerdos de mayo y pedirles que lo presenten de nuevo firmado por cada uno de los interesados.

El presidente de la cámara ha ofrecido un plazo de tiempo a JxCat -una hora revisable- para "subsanar" el error en su escrito. "Esa propuesta no tiene la mayoría" se ha limitado a responder Josep Costa, vicepresidente segundo y hombre de Puigdemont en la Mesa.

La propuesta de Torrent ha sido rechazada con los votos de JxCat y ERC y la advertencia tanto del secretario general, Xavier Muro, como del letrado mayor, Joan Ridao, de que la designación solo sería aceptable si se remitía al acuerdo aprobado por el Parlament el pasado martes. Ambos han dejado claro que JxCat no se puede remitir a la delegación de voto anterior.

Diversas fuentes jurídicas aclararon a El Independiente que remitirse de nuevo a esa delegación de voto implica incurrir en desobediencia. Sin embargo, desde JxCat argumentan que, puesto que el Pleno del Parlament rechazó la suspensión dictada por Llarena y "el Parlament es soberano", pueden remitirse de nuevo a esas delegaciones.

Indignación en Esquerra

Tras conocerse la propuesta de JxCat, la indignación en Esquerra era palpable. "Si quieren ir a elecciones que lo digan" afirmaba una diputada en los pasillos del Parlament, tras acusar a sus socios de buscar únicamente dejar en contradicción a Torrent. No es una cuestión baladí.

En medios independentistas cada vez cunde más la sensación de que especialmente determinados sectores de JxCat -los implicados en la fundación de la Crida- buscan forzar unas elecciones que les permitan dar el impulso definitivo al nuevo partido de Carles Puigdemont. Pero Esquerra no está dispuesta a poner en riesgo a uno de sus principales activos electorales -Torrent es, junto a Pere Aragonés, la cara visible de ERC con Oriol Junqueras en prisión-. "No vamos a dejar caer a Torrent" se podía oír hoy por los pasillos del Parlament.

El propio ex president se ha apresurado a meter baza en la polémica con un tuit desde Bélgica en el que insiste en la tesis de su partido: no estamos suspendidos. "Somos diputados a todos los efectos" insiste Puigdemont en el mensaje colgado en sus redes para señalar a los republicanos como responsables de no defender la soberanía del Parlament.

 

A las dos Torrent volverá a reunir a la Mesa del Parlament para tomar una decisión sobre los votos de los diputados suspendidos por Llarena que no se han acogido a la fórmula acordada por el propio Pleno el pasado martes. Pero fuentes de la Presidencia de la Cámara han dejado claro que lo que no se plantea Torrent es suspender el pleno.