Este 2025 es un año trascendental para la infanta Sofía, y no sólo porque cumple 18 años. Tras pasar en Madrid las vacaciones de Semana Santa, cuando tuvo lugar la sesión de fotos que Casa Real ha distribuido este lunes con motivo de su cumpleaños, la pequeña de la casa ha vuelto a Gales para enfrentarse a la recta final de los exámenes en el UWC Atlantic College, centro ubicado en un castillo del siglo XII en el que ya estudió su hermana, la princesa Leonor, y donde este 29 de abril soplará las velas de su dieciocho cumpleaños rodeada de sus compañeros y al margen de apagones, antes de su graduación el próximo 24 de mayo.

Siempre en un discreto segundo plano, Sofía se encuentra a las puertas de una nueva etapa. A diferencia de su hermana, que actualmente está realizando el crucero de instrucción en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, no tendrá que recibir formación militar. Esto le permitirá gozar de una experiencia más corriente y parecida a la de aquellos que no tienen Borbón por apellido: ir a la universidad (aunque su título en Bachillerato Internacional le permitirá no realizar las pruebas de acceso a la misma, la temida EvAU).

A la espera de conocer si la infanta irá a una universidad nacional o internacional (la revista ¡Hola! adelanta que, lo más probable, es que la elegida sea una universidad estadounidense), Sofía afronta el momento que millones de estudiantes esperan entre examen y examen: terminar sus estudios de secundaria y disfrutar de sus primeras vacaciones de verano como mayor de edad.

Un verano principesco

Tanto Leonor como Sofía han sido educadas para cumplir rigurosamente con las obligaciones que les corresponden como hijas del rey de España. Pero si Leonor tiene sobre sus espaldas la responsabilidad de heredar el trono, Sofía puede permitirse más libertades, y eso se reconoce en su carácter. El desparpajo con el que se relaciona la pequeña del matrimonio Borbón-Ortiz es conocido por todos, y podría ser clave en los pocos momentos de libertad veraniega en los que podrá desplegar todo su encanto y naturalidad. Sin embargo, su estatus real le impedirá vivir el verano como lo haría una chica normal.

Así, el veraneo de la infanta presumiblemente comience junto a su madre, la reina Letizia, durante la Feria del Libro de Madrid, de la que ambas han demostrado en varias ocasiones ser fanáticas. Letizia opta por ensayos y novelas eruditas, mientras que a Sofía siempre le ha hecho tilín la ciencia ficción (es una gran fan de las novelas de Dune y las películas de Star Wars, afición que comparte con su padre, el Rey Felipe VI). La infanta no podrá reunirse con su querida hermana hasta que finalice la travesía a bordo del Juan Sebastián Elcano en julio, antes en la Academia Militar del Aire en Murcia. Juntas seguramente pasarán unos días con sus padres en Palma de Mallorca.

Un verano campechano

Un veraneo normal de Sofía podría haber tenido como escenario Asturias, la tierra de la familia de su madre. Si algo destaca de los veranos en el norte del país son las fiestas populares que se celebran en casi todas las localidades de la zona. De no ser una niña de sangre azul, la infanta pulularía con sus amigos de verbena en verbena: empezaría con El Carmín de la Pola, seguiría con Santa Ana en Naves, Piragües en Ribadesella, el Quesu en Cuerres... Vaqueros largos y sudadera ancha, que por la noche refresca. En una mano, un ancho vaso de plástico con una misteriosa mezcla de alcohol y bebida, y en la otra el móvil cargado con el que hacerse millones de selfis y stories.

También podría hacer uso de su recién estrenada mayoría de edad para asistir a alguno de los festivales de música que se dan en toda España: el Mad Cool en Madrid, el Arenal Sound en Castellón, el Medusa Festival de Valencia, o incluso el asturiano Aquasella, que le pillaría cerca de la casa familiar en Sardeu. También podría hacer uso de los descuentos a jóvenes en desplazamientos durante el verano para viajar con sus amigos a todos estos lugares, claro.

Pero, si hay otra máxima para los jóvenes durante el verano de los 18 es sacarse el carné de conducir. La Princesa Leonor se hizo con él durante su periodo en la academia militar de Zaragoza, algo totalmente normal dentro del Ejército de Tierra, tal y como informa el Ministerio de Defensa. En el caso de Sofía no será así. Lo más probable es que lo lleve a cabo en una autoescuela convencional, aunque con algún tipo de trato preferente dada su condición de infanta de España.