Hace justo un año ardía gran parte del mayor centro comercial de Varsovia. An llegó desolada su curso de polaco. Su madre había perdido todo lo que tenía en su tienda de Marywilska 44. Circulaba el rumor de que el dueño había provocado un incendio intencionado para cobrar el seguro. No hubo heridos porque fue en plena noche. Sin embargo, las pruebas han confirmado que en realidad se trató de un ataque amparado por el Kremlin, que libra una guerra híbrida contra Polonia, el país que mejor representa el éxito de un modelo que no quiere para las naciones que estuvieron bajo su órbita.

El ministro polaco de Exteriores, Radoslaw Sikorski, ha anunciado desde Londres, donde asiste a una reunión del llamado Weimar plus sobre Ucrania, que ha ordenado el cierre del consulado ruso en Cracovia en respuesta a esta acción ordenada por Rusia. También ha convocado al embajador ruso, Serguéi Andréyev. Ha prometido más represalias si Rusia sigue con ataques similares.

En Londres los ministros de Exteriores de varios países europeos, incluido España, estudian qué sanciones podrían aplicarse a Rusia en caso de que el líder ruso, Vladimir Putin, no acepte un alto el fuego de 30 días y se niegue a negociar la paz.

El primer ministro polaco, Donald Tusk, reveló el domingo las conclusiones de un informe avalado por el Ministerio de Justicia y los servicios secretos. "Algunos de los autores ya han sido detenidos, todos los demás están identificados y [están siendo] buscados. Los atraparemos a todos", dijo Tusk.

Los países europeos, especialmente los del este del bloque, se han visto asolados por el espionaje ruso en los últimos años. Los ataques incendiarios son una de las herramientas más comunes utilizadas como parte de la estrategia de guerra híbrida de Rusia.

La propaganda rusa al contraataque

Según el Kremlin, que suele culpar a la víctima de cualquiera de sus acciones, es Polonia quien quiere perjudicar las relaciones. "Varsovia busca deliberadamente arruinar las relaciones, actuando contra sus ciudadanos. Pronto daremos una respuesta adecuada a estas medidas inadecuadas", ha dicho la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova, la propagandista en jefe a la agencia de noticias estatal Tass.

En diciembre Polonia ya cerró el consulado Poznan y en consecuencia Moscú clausuró la representación polaca en San Petersburgo.