La Policía Nacional comienza este lunes con las labores de búsqueda de los restos mortales de Heidi Paz que todavía no han sido hallados siete años después de su asesinato, incluida la cabeza, después de que en marzo su homicida, César Román, conocido como el Rey del Cachopo, dijese que estaban en Carranque (Toledo).

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Está previsto que los trabajos comiencen sobre las once de la mañana en el parque arqueológico de Carranque y se extiendan a lo largo de todo el día, según han informado a EFE fuentes policiales.

Según informa EFE, Román, condenado por el homicidio y la profanación del cadáver de Heidi Paz en agosto de 2018, remitió una carta a la Audiencia de Madrid, el tribunal que le juzgó, en la que volvió a afirmar que mató a la joven de forma fortuita en el transcurso de una discusión.

Como novedad, añadió que la muerte tuvo lugar en la nave en la que se encontraron la mayoría de los restos mortales y que tras ver que estaba muerta pidió ayuda a un tío suyo, ya fallecido, que fue quien descuartizó el cadáver y se deshizo de él.

La nueva versión que aportaba en el escrito, a la que tuvo acceso EFE, exponía, entre disculpas a la familia de la joven y a la suya, que él no supo inicialmente que su tío había descuartizado el cadáver e indicaba que le contó que enterró los restos que nunca se encontraron, entre ellos la cabeza, en Carranque.

El Rey del Cachopo adjuntaba, además, un croquis hecho a mano sobre el posible paradero de los restos, que será la pista que seguirán los agentes policiales para tratar de dar con la cabeza de Heidi Paz.

La Audiencia Provincial de Madrid le condenó en 2021 a 15 años de cárcel por el homicidio y por descuartizar el cadáver, con la concurrencia de las agravantes de parentesco y género, una sentencia que fue recurrida por Román y confirmada tanto por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid como el Tribunal Supremo.

El Rey del Cachopo negó sistemáticamente, tanto antes como después del proceso judicial, que hubiera perpetrado el crimen del que se le acusaba, hasta que en marzo de 2024 reconoció por primera vez, en una carta enviada a la Audiencia de Madrid, que había matado a la joven, aunque accidentalmente.

Un año después, en el nuevo escrito remitido a la Audiencia en el que sostenía que los restos podían encontrarse en Carranque, César Román daba también su versión del crimen, que según él ocurrió en el transcurso de una "absurda discusión por temas económicos" en una nave de una de sus empresas.

Detallaba que al verle su víctima en una actitud agresiva que nunca había visto en él, se asustó y le cogió una pistola que él portaba entonces para su "seguridad personal" y le apuntó con ella con el único ánimo de "aplacarle" o de que cesara en su actitud.

Él intentó arrebatársela y en el forcejeo "el arma se disparó fatalmente" y ella falleció al instante por ese único disparo que impactó en su cabeza, una circunstancia que, en su opinión, se podrá comprobar con la localización de los restos no hallados.

Al ver que la había matado, decía en la carta, entró en pánico y pidió ayuda a su tío, que había cursado medicina, y ambos tomaron la "tremendamente equivocada y errónea decisión" de deshacerse del arma y del cadáver, y decidieron hacerlo en Carranque, de donde era natural su tío, en un paraje que ambos conocían desde su niñez.

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