Es hora de que huelas a tío, tío. La multinacional británica Unilever ha comprado la marca de cuidado personal masculino estadounidense Dr. Squatch por, atención, 1.500 millones de dólares, según ha informado Financial Times. La norteamericana es conocida por sus jabones, desodorantes y champús dirigidos a un público masculino, publicitados a partir de controvertidas (y virales) campañas de marketing, basadas en exaltar y parodiar estos atributos varoniles. La última quizá les suene: una pastilla de jabón de edición limitada hecha a partir del agua de la bañera de la actriz Sydney Sweeney. "¿Por qué? Porque no dejabais de pedírnoslo".

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Desde que irrumpió en el panorama audiovisual, Sydney Sweeney (Euphoria, Cualquiera menos tú) se ha convertido en una de las estrellas más sexualizadas de Hollywood, y eso es algo que Dr. Squatch no iba a desaprovechar. En octubre de 2024 lanzaron una campaña inicial que pasó sin pena ni gloria: la actriz aparecía desnuda en una bañera y se dirigía a los "niñitos sucios" que veían el anuncio, rogándoles que utilicen el jabón de la marca para convertirse "en hombres de verdad". Tuvo su gracia, su momento viral y su posterior caída en el olvido. Entonces, sacaron al genio de la lámpara.

La genio del jabón masculino

Apenas unos días después de aquel anuncio, Sweeney volvió a protagonizar una campaña de la marca, esta vez bajo el nombre de "Los tíos sólo quieren una cosa". En ella, la actriz aparecía cuando los hombres frotaban un bote de jabón, vestida con ropajes verdes que simulaban a los de un mágico genio, y utilizaba sus poderes para transformar el producto de marca blanca en uno de Dr. Squatch, dirigiéndose así a los "hombres que prefieren lo natural". El anuncio fue un éxito: a día de hoy cuenta con más de 20 millones de visualizaciones en YouTube. En TikTok, 27 millones.

Los comentarios, todos escritos por hombres, alababan el anuncio. "Han logrado llegar al público objetivo" o "Esta es la primera vez que veo un anuncio de forma voluntaria en YouTube", son algunos de los comentarios que manifiestan el éxito de la campaña. Entonces, la broma fue subiendo de tono.

En mayo de este año, la compañía ha vuelto a colaborar con la actriz para una campaña de la que no necesita vídeo promocional, les basta una foto de la actriz en la bañera y un mensaje: "No parabais de preguntarme por mi agua de baño tras el anuncio... así que nos la quedamos. Presentamos el Bathwater Bliss de Sydney, un jabón muy real, de edición limitada, hecho a partir del agua de mi baño". Fueron 5.000 unidades. Se agotaron de inmediato.

Los fans vieron esto como algo raro, como algo que rozaba la parafilia más extrema. Pese a ello, las críticas iban cargadas del sórdido humor propio de la Generación Z: "[El anuncio] es bueno: cualquiera que compre esto necesita jabón" o "¡Grandes noticias para los desempleados!", son algunos de los comentarios que aparecen en la publicación de Instagram.

Ahora, estas "ingeniosas estrategias digitales" por las que Dr. Squatch ha saltado a la fama han sido aplaudidas por el presidente de Unilever al darse a conocer la compra de la marca. Esta adquisición sirve como impulso para su negocio de cuidado personal masculino, que incluye también las famosas Axe y Dove.

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