Maribel Martínez de Murguía, campeona olímpica de hockey sobre hierba en Barcelona 1992 y actual voz autorizada del deporte femenino español, lanzó un claro aviso en una entrevista con Europa Press: “Seguimos teniendo muy pocas licencias, comparadas con países como Holanda o Alemania”.

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Este déficit de licencias profesionales en España se traduce en una menor masa crítica de jugadoras con acceso a programas de alto nivel, centros de formación y circuitos competitivos de elite. Mientras que en la actualidad selecciones como la neerlandesa y la germana cuentan con un sólido entramado de clubes y becas que garantizan la permanencia de jóvenes talentos en el deporte, en España aún falla el relevo generacional y la ampliación de la base federada.

La Selección Española Femenina ha sortado con éxito este hándicap, clasificándose año tras año para los Juegos Olímpicos, un logro que Martínez de Murguía atribuye al mérito y la resiliencia de las jugadoras. Sin embargo, avisa de que este rendimiento excepcional no puede ocultar la realidad estructural:

  • El número de licencias profesionales en España no ha experimentado un incremento sustancial en la última década.
  • La inversión en proyectos de base y en la captación de niñas y jóvenes es aún insuficiente.
  • La visibilidad mediática del hockey femenino sigue estando por debajo de otras selecciones europeas, lo que limita el atractivo para patrocinadores y colaboraciones institucionales.

En su reflexión, Martínez de Murguía reclama la necesaria alianza entre administraciones, federaciones autonómicas y clubes para impulsar:

  1. Programas escolares de iniciación que acerquen el hockey hierba a nuevas generaciones.
  2. Planes de formación de entrenadoras y técnicos especializados que fortalezcan la calidad del entrenamiento.
  3. Becas y ayudas específicas para jugadoras jóvenes que aspiren a compatibilizar estudios y deporte de alto rendimiento.
  4. Estrategias de marketing y comunicación que otorguen al hockey femenino la visibilidad que merece.

La senda está trazada, y el reto es ambicioso: lograr que España deje de ser un “caso aislado” de éxito y se convierta en un ejemplo de sostenibilidad y crecimiento federativo, al nivel de las potencias europeas. Porque, en palabras de la propia Martínez de Murguía, “con más licencias y más oportunidades, el futuro del hockey sobre hierba español será todavía más brillante.”

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