El presidente estadounidense Donald Trump tenía en su agenda esta semana recibir a los jefes de Estado de Gabón, Guinea-Bissau, Liberia, Mauritania y Senegal para un almuerzo de debate en la Casa Blanca. Lo contaba esta semana en las páginas de El Independiente el analista estadounidense Michael Walsh, afiliado al Programa de Estudios Africanos de la Escuela Walsh de Servicio Exterior de la Universidad de Georgetown.

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Según un funcionario de la Casa Blanca, el evento de esta semana exploraría «las increíbles oportunidades comerciales que benefician tanto al pueblo estadounidense como a nuestros socios africanos». La cumbre de Trump con cinco líderes africanos, ante las cámaras, ha terminado dejando varias 'perlas' que describen el carácter del magnate republicano.

Trump manda callar al presidente de Mauritania

Visiblemente incómodo con la alocución, Trump interrumpió al presidente de Mauritania durante la reunión. El presidente, exasperado por la longitud de su intervención, pidió a los líderes africanos que se “limitan a decir su nombre y el país que representan”.

Elogia el inglés del presidente de Liberia, cuyo idioma oficial es el inglés

Donald Trump felicitó al mandatario de Liberia, Joseph Boakai, por su dominio del inglés, pese a que se trata del idioma oficial de ese país africano. "Gracias, y qué buen inglés, qué maravilloso. ¿Dónde aprendió a hablar tan bien? ¿Dónde? ¿Dónde se educó?", expresó Trump, a lo que Boakai respondió: "En Liberia".

"Qué interesante. Un bonito inglés. Tengo gente en esta mesa que no puede hablarlo tan bien", bromeó Trump. El inglés es el único idioma oficial de Liberia, aunque en el país se hablan también más de 30 lenguas indígenas, informa Efe.

Liberia fue fundada como una colonia de esclavos afroamericanos liberados de Estados Unidos a principios del siglo XIX. En 1847, declaró su independencia de la Sociedad Americana de Colonización, convirtiéndose en la primera y más antigua república moderna de África.

La capital, Monrovia, fue nombrada así en honor a James Monroe, el quinto presidente de Estados Unidos, y su bandera es parecida a la de Estados Unidos, con franjas rojas y blancas y una sola estrella blanca en un cuadrado azul.

Trump justifica los recortes en ayuda, dramáticos para África

Trump defendió este miércoles ante cinco mandatarios africanos el recorte en ayuda exterior de su Gobierno, reflejado en el cierre de la histórica agencia de cooperación Usaid, aunque prometió impulsar buenas relaciones comerciales e inversiones.

"Hemos cerrado la Usaid porque había demasiado despilfarro y abusos. Estamos trabajando sin descanso para construir nuevas oportunidades económicas que involucren tanto a Estados Unidos como a muchas naciones africanas", declaró Trump durante el encuentro.

El presidente subrayó que África posee "un gran potencial económico" y aseguró que el desarrollo de relaciones económicas y comerciales será "mucho más efectivo y sostenible" que cualquier otro modelo de cooperación.

El cierre de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) ha tenido un fuerte impacto en numerosos países africanos que dependían en gran medida de sus programas y recursos. Según un estudio publicado por la revista The Lancet, los recortes en la cooperación estadounidense podrían provocar más de 14 millones de muertes prevenibles de aquí a 2030.

En el caso de Liberia, por ejemplo, la ayuda estadounidense representaba el 3 % de los ingresos del país y estaba dirigida principalmente a fortalecer su infraestructura sanitaria y a suministrar medicamentos contra el VIH, de acuerdo con el Centro para el Desarrollo Global.

Al anunciar el cierre definitivo de Usaid el pasado 1 de julio, el secretario de Estado, Marco Rubio, afirmó que Estados Unidos priorizará el comercio y la inversión por encima de la ayuda humanitaria y la asistencia al desarrollo.

A la caza de los minerales

Liberia, Senegal, Gabón, Mauritania y Guinea-Bissau cuentan con importantes reservas de recursos naturales que Washington considera estratégicos para su seguridad nacional, como el manganeso, la bauxita, el litio o el uranio, algunos de ellos clave para fabricar baterías.

Los cinco presidentes reunidos este miércoles expresaron su disposición a abrir las puertas a las inversiones privadas estadounidenses en el sector minero y en otros ámbitos de sus respectivos países.

"No somos países pobres. Somos ricos en materias primas, pero necesitamos socios. Ese es nuestro deseo", resumió el presidente de Gabón, Brice Oligui Nguema.

¿Premio Nobel para Trump?

También aplaudieron la mediación de Trump en el reciente acuerdo de paz entre República Democrática del Congo y Ruanda, que podría allanar el camino para el acceso de empresas estadounidenses a tierras raras en la región.

Consultados por la prensa sobre si nominarían al republicano para el Premio Nobel de la Paz, como ya hizo el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, los presidentes de Mauritania y Senegal sugirieron que Trump merecería esa condecoración.

Un momento que se volvió viral durante el encuentro fue cuando Trump elogió el nivel de inglés del presidente de Liberia, aparentemente sin saber que ese es el idioma oficial del país africano.

El presidente republicano también mostró cierto fastidio por la extensa intervención del líder mauritano y realizó un gesto con las manos para interrumpirlo.

Otro tema en la agenda de la reunión es la preocupación de Estados Unidos por la creciente influencia económica de China, principal socio comercial e inversor en África, así como la expansión militar china y rusa en el continente.

En cambio, la presencia estadounidense en el Sahel ha disminuido en los últimos años, donde antes desempeñaba un papel clave en misiones antiterroristas.

Excepto Gabón, los países africanos reunidos con Trump también forman parte de rutas de migración irregular y narcotráfico, otra de las principales preocupaciones de Washington.

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