Los incendios forestales son fenómenos naturales que pueden tener consecuencias devastadoras sobre el medio ambiente, la fauna, y las comunidades humanas. Es vital entender cómo se propagan para así poder mejorar la prevención, la intervención y minimizar sus efectos. La propagación del fuego no es un proceso tan simple como parece, sino que resulta de la interacción de diversos mecanismos físicos y factores ambientales que determinan su velocidad, dirección y alcance.

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Mecanismos principales de propagación del fuego

El fuego se expande a través de la transmisión de calor hacia materiales combustibles cercanos, calentándolos hasta que estos alcanzan su punto de ignición. Existen tres mecanismos principales por los cuales se propaga un incendio:

  1. Radiación térmica: El fuego emite ondas de calor que calientan los objetos y la vegetación próximos sin necesidad de contacto directo. Este mecanismo puede pre-calentar los combustibles y provocar quemas a cierta distancia, acelerando la extensión del fuego.
  2. Convección: El aire caliente y los gases producidos por la combustión ascienden formando columnas que transportan pavesas (partículas) y calor. Estas pavesas pueden desplazarse con el viento y generar algunos focos secundarios, expandiendo el incendio más allá del principal.
  3. Conducción: Es menos frecuente en los incendios forestales superficiales. Consiste en la transferencia directa del calor a través de materiales sólidos

Factores que influyen en la propagación

Más allá de los mecanismos físicos, la velocidad y dirección de un incendio están condicionadas por múltiples variables naturales y humanas:

  • Condiciones meteorológicas: El viento es el factor más decisivo, pues puede avivar las llamas, transportar pavesas y ayudar a que el fuego avance rápidamente. La temperatura ambiental, la humedad del aire y las precipitaciones también afectan la ignición y propagación.
  • Topografía: La pendiente del terreno influye en la propagación, con los incendios moviéndose más rápido cuesta arriba debido al pre-calentamiento de la vegetación en la dirección del fuego.
  • Tipo de combustible y vegetación: La cantidad, continuidad y características de la vegetación (tipo, densidad, humedad) determinan la intensidad y velocidad con la que el fuego puede propagarse. Combustibles finos como hojarasca y ramas pequeñas favorecen una propagación rápida.

El incendio de Las Médulas, un ejemplo reciente en España

Uno de los incendios forestales más destacados en España en 2025 es el que afecta a Las Médulas, en la provincia de León. Este demuestra la complejidad del fenómeno y la importancia de varios de estos factores.

Las Médulas, patrimonio natural y cultural, es un área con vegetación variada y terrenos irregulares, incluyendo pendientes pronunciadas que facilitaron la velocidad de avance del fuego. El fuerte viento que predominaba en la zona y las altas temperaturas han contribuido a la propagación rápida del incendio. Esta radiación térmica elevó las pavesas, lo que inició nuevos focos a varios cientos de metros del frente principal, dificultando la contención.

La experiencia de este incendio subraya la necesidad de vigilar y atender en condiciones las situaciones meteorológicas adversas, así como de tener planes de gestión adecuados para proteger zonas sensibles y minimizar el impacto en el ecosistema y las personas.

Miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) combaten las llamas en la localidad de Las Médulas, en la comarca leonesa de El Bierzo, este lunes
Miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) combaten las llamas en la localidad de Las Médulas, en la comarca leonesa de El Bierzo, este lunes. | EFE

Prevención y control

Comprender los mecanismos y factores de propagación es esencial para la prevención y control de incendios. Acciones tan básicas como la limpieza de la vegetación seca, la creación de cortafuegos, tener un control constante de la meteorología constante y que la ciudadanía esté concienciada puede reducir significativamente el riesgo.

Del mismo modo, la actuación rápida y coordinada de los servicios de emergencia, incluyendo el uso de medios aéreos para combatir las pavesas y sofocar focos secundarios, marca la diferencia en el éxito del control de los incendios.

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