Durante el verano, las quemaduras en la piel son más habituales que en otras épocas del año. La causa más común es la exposición prolongada al sol sin la protección adecuada, pero también pueden producirse por accidentes domésticos, como salpicaduras de aceite, agua hirviendo o el contacto con superficies muy calientes. En esta época del año, la piel está más expuesta por el uso de ropa ligera, lo que incrementa el riesgo. Sin embargo, no todas las quemaduras requieren acudir al hospital: algunas pueden tratarse en casa, mientras que otras necesitan atención médica urgente.

El Dr. Juan Javier Albendea Bascón, médico del Servicio de Urgencias del Hospital Quirónsalud Toledo, explica que las quemaduras pueden tener múltiples causas: “Pueden ser solares, térmicas, químicas o eléctricas. Todas ellas producen lesiones en la piel que afectan en mayor o menor medida a sus distintas capas”.

Dr. Juan Javier Albendea Bascón, médico del Servicio de Urgencias del Hospital Quirónsalud Toledo.

¿Cuándo se pueden tratar en casa?

En los casos más leves, el tratamiento puede realizarse en el domicilio. “Lo habitual es limpiar la zona con agua y jabón dos veces al día, secar con cuidado y mantener la zona afectada correctamente hidratada con cremas de uso convencional”, indica el doctor. La abundante ingesta de líquidos y evitar el uso de irritantes sobre la piel lesionada ayuda a la correcta regeneración cutánea. 

¿Cuándo acudir a urgencias?

Sin embargo, no todas las quemaduras deben ser tratadas en casa. Si la quemadura es extensa o afecta a áreas del cuerpo delicadas, como la cara o la zona genital, debe ser valorada lo antes posible por un facultativo.

En el caso de quemaduras químicas o eléctricas, estas podrían ocasionar lesiones internas no visibles, por lo que deben ser valoradas lo antes posible por personal especializado. 

La aparición de ampollas, datos de sobreinfección como secreción purulenta, o incapacidad para la movilización de la articulación donde se ha sufrido una quemadura son indicativos de acudir al servicio de Urgencias más cercano.

Tanto el tratamiento como el pronóstico, según alerta el doctor Albendea, varían dependiendo de su gravedad, por lo que clasificamos a las quemaduras en diferentes grados:  

  • Quemaduras de primer grado: Son las más superficiales, afectan solo la capa más externa de la piel (epidermis). Pueden ser dolorosas, pero no generan ampollas.
  • Quemaduras de segundo grado: Son de espesor parcial, afectando a las capas iniciales de la piel profunda (dermis). Se caracterizan por ser dolorosas, estar inflamadas y tener ampollas.
  • Quemaduras de tercer grado: Lesionan todas las capas de la piel y pueden alcanzar el tejido subcutáneo. Son especialmente graves si afectan la cara, manos, pies, genitales o articulaciones. En estas lesiones puede perderse sensibilidad y presentarse un color blanquecino o negruzco.
  • Quemaduras de cuarto grado: Son las más profundas, llegando incluso a músculos, tendones o huesos.

En líneas generales, son las lesiones de segundo grado en adelante las que debemos prestar especial atención. “Una valoración precisa y un tratamiento inmediato son fundamentales para una correcta regeneración de la piel”, subraya el doctor Albendea, del Servicio de Urgencias del Hospital Quirónsalud Toledo, por lo que aporta los siguientes consejos a la hora de actuar en casa ante cualquier tipo de quemadura:

  • Aplicar agua fría durante unos 10 minutos, cubrir con compresas frías, secar con suavidad y proteger con un apósito. 
  • Si aparecen ampollas, desinfectar el área sin romperlas y cubrir con un apósito. Si las ampollas se rompen, mantener la zona limpia y no recortar la piel suelta. 
  • En lesiones extensas o profundas: no retirar la ropa adherida a la piel; enfriar con agua sobre la ropa y envolver la zona con un vendaje húmedo. En estos casos, es imprescindible acudir de inmediato al hospital.