El mayor buque de la historia de la Guardia Civil cada vez está más cerca de estar operativo. Bautizado como 'Duque de Ahumada' en honor al fundador y primer director general del cuerpo, la embarcación es una apuesta de 35 millones de euros del Ministerio del Interior para otorgar al Instituto Armado una nueva herramienta, equipada con las mejores tecnologías, para patrullar las aguas españolas.

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El navío ha sido cofinanciado con fondos de la acción específica de equipamiento de la agencia europea Frontex y construido por los astilleros Armón. Por lo pronto, fue botado el pasado noviembre en el puerto de Vigo, en un acto presidido por el Mando de Fronteras y Policía Marítima de la Guardia Civil, teniente general Manuel Navarrete. Actualmente está en pruebas, pero se espera que entre en servicio en el último trimestre de 2025.

Desde la Benemérita han explicado que el 'Duque de Ahumada' se encargará de luchar contra la migración irregular, la trata de seres humanos o el narcotráfico, justo en un momento donde la lucha se está recrudeciendo, especialmente en aguas del Estrecho. A su vez, también trabajará en la prevención de la delincuencia transfronteriza y la seguridad marítima, y participará en misiones humanitarias, que incluirán el rescate de vidas, ofreciendo apoyo logístico a otras unidades del cuerpo.

La embarcación tendrá una autonomía superior a las 11.000 millas, y podrá operar durante 30 días seguidos sin necesidad de pasar por puerto. En total, podrá albergar a 56 personas (44 miembros de la tripulación y 12 personas ajenas a ella), y su velocidad de patrulla será superior a los 11 nudos, pudiendo alcanzar como máximo los 18.

Contará con cinco cubiertas, helipuerto, dos embarcaciones de rápida intervención y un vehículo submarino operado remotamente, que se empleará para inspeccionar y rastrear en aguas de hasta un kilómetro de profundidad. Además, estará dotado con equipos de navegación y comunicaciones de última generación, espacios hospitalarios y enfermería, área de seguridad y zona de náufragos para un mínimo de 100 personas.

Tendrá 2.751 toneladas brutas y 2.600 de desplazamiento, con 82,15 metros de eslora; 14 metros de manga; 8,60 metros de puntal a la cubierta superior y 4,70 metros de calado máximo. Además, dispondrá de sistemas de navegación y comunicaciones de última generación. Según informó el Faro de Vigo, incorporará un cañón principal de 76 mm, dos ametralladoras de 12,7 mm y dos lanzagranadas de 40 mm como armamento.

Por todo ello, la Guardia Civil asegura que su puesta en marcha supondrá un hito tecnológico de primer nivel y un importante incremento de las capacidades operativas del cuerpo, a la par de que ayudará a "preservar el medio marino", al tratarse de una embarcación con tecnologías para minimizar la huella ecológica y luchar contra la contaminación.

La insignia de una flota de 150 embarcaciones

La idea es que el nuevo buque sustituya al 'Río Miño', un antiguo pesquero japonés, construido en 1984, que la Guardia Civil readaptó y comenzó a utilizar en 2007. Durante casi dos décadas de servicio, el barco se dedicó a la vigilancia y a la salvación de vidas humanas en el Atlántico, especialmente de inmigrantes irregulares llegados a Canarias desde África. En los últimos años, operó especialmente en el Cantábrico para controlar las actividades pesqueras, hasta que en marzo de este año realizó su última misión y fue apartado del servicio para ser desguazado en Gijón.

De esta forma, el 'Duque de Ahumada' pasará a ser la insignia del Servicio Marítimo de la Guardia Civil (SEMAR), que cuenta ya con cerca de 150 buques oceánicos, embarcaciones de altura y patrulleras medias, ligeras y de apoyo que el Instituto Armado tiene distribuidos en distintas provincias costeras españolas, así como en África occidental, donde cuentan con el Destacamento de Senegal, otro en Mauritania y tres Asistencias Técnicas de vigilancia fluvial en Saint Louis y Kaolack (Senegal) y Banjul (Gambia).

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