Francia, Alemania y Reino Unido desempolvan las sanciones contra Irán tras fracasar las negociaciones en curso sobre su programa nuclear, apenas dos meses después de la bautizada como "Guerra de los 12 días" que enfrentó a Irán con Israel. El trío, conocido como E3, ha notificado por carta al Consejo de Seguridad de la ONU el inicio del proceso para volver a imponer todas las sanciones internacionales sobre la actividades de acumulación y enriquecimiento de uranio de la república islámica.

Gran Bretaña, Francia y Alemania han comunicado su decisión de recuperar el denominado "mecanismo de restablecimiento automático de sanciones" -conocido como “snapback”- incluido en el acuerdo nuclear con Irán de 2015 ante lo que los tres países tildan de incumplimiento por parte de Irán y antes de que expire, a mediados de octubre, la capacidad de restablecer esas sanciones contra Teherán.

Aislamiento internacional

En la práctica, el movimiento supone recuperar las amplias sanciones de la ONU vigentes antes del acuerdo, incluyendo un embargo de armas convencionales, restricciones al desarrollo de misiles balísticos, congelación de activos, prohibición de viajar y prohibición de producir tecnología relacionada con la energía nuclear. El proceso de la ONU tarda 30 días en restablecer las sanciones que afectarían a los sectores financiero, bancario, de hidrocarburos y de defensa de Irán y que amenazan con incrementar el aislamiento internacional de Teherán.

Las conversaciones entre Irán y el E3 concluyeron esta semana en Ginebra sin que se alcanzara ningún acuerdo sustancial. Los tres países europeos insisten en que seguirán buscando un acuerdo mientras Teherán insiste en que su programa nuclear es pacífico. Kazem Gharibabadi, viceministro de Asuntos Jurídicos e Internacionales de Irán, subrayó hace unos días que Teherán "sigue comprometido con la diplomacia" y que era "hora" de que los países europeos "tomaran la decisión correcta y dieran tiempo y espacio a la diplomacia".

Esta misma semana, además, el director del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, admitió que la cooperación de Irán sigue siendo limitada y calificó el acceso de inspección como un “trabajo en progreso”. Aún no se han resuelto numerosas preguntas esenciales, reconoció.