El Banco de España avisa de que el alza de los costes laborales y el estancamiento de la productividad son dos riesgos internos para la economía española. El organismo que dirige el exministro José Luis Escrivá pone el acento sobre ambos factores en su último informe trimestral, donde revisa al alza en dos décimas (hasta el 2,6%) la tasa de crecimiento del PIB en 2025.

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"Los nuevos convenios en 2025 recogen un incremento salarial del 4,3%, por encima de la referencia del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) pactado con los agentes sociales, que se situaba en el 3%", según ha detallado Galo Nuño, director general adjunto de Economía del Banco de España durante la rueda de prensa de este martes donde la institución ha presentado su informe trimestral sobre las proyecciones macroeconómicas. Por este motivo, las estimaciones de la institución concluyen que el crecimiento de la remuneración por asalariado cierre el año con un alza del 4,8% y en 2026, los salarios crecerán un 3,4%. Es decir, aunque seguirán aumentando, lo harán a un ritmo inferior.

En este sentido, el coste laboral de las empresas aumentó un 3% en el segundo trimestre del año respecto al mismo periodo del año anterior y se situó en 3.256,54 euros por trabajador y mes. El indicador encadena 18 trimestres al alza, según la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL) publicada el pasado martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Así, aunque las previsiones del Banco incorporan "una progresiva desaceleración" de los costes laborales, si se prolonga el repunte de los mismos, "podría afectar negativamente a la competitividad externa de la economía española y dificultar el proceso de desinflación, especialmente en el sector servicios", avisa la institución. Es decir, que supone una amenaza para la bajada de precios en los próximos meses.

En comparación con el ejercicio de proyecciones de junio, la tasa de inflación general prevista para 2025 se revisa una décima al alza, desde el 2,4% hasta el 2,5%. Aunque el último dato de agosto situaba la inflación en el 2,7%, que la institución solo haya elevado una décima su previsión anual, se explica porque "el repunte de los precios energéticos se ha visto compensado por la apreciación del euro", añade el director general adjunto de Economía.

Productividad estancada

Sobre la productividad, el organismo subraya que "tras exhibir un cierto dinamismo el año pasado, muestra signos de deterioro en lo que va de 2025". Y dice que para la productividad por ocupado "se contempla un crecimiento nulo en 2025 —frente al incremento del 0,9% en 2024". Eso sí, para 2026 y 2027 "se proyecta que el crecimiento de la productividad por ocupado repunte gradualmente hacia tasas similares a su promedio histórico".

Por su parte, la productividad por hora trabajada avanzaría un 1,4% en 2025, tasa ligeramente superior a la observada en 2024 —1,2%—. Y para 2026 y 2027 se prevé una estabilización de las horas por trabajador.

El organismo que dirige Escrivá considera que "es preciso monitorizar la evolución de la productividad" y "la remuneración por asalariado —en un contexto en el que los salarios negociados han experimentado un repunte y la incertidumbre sobre su evolución futura es más elevada, al no existir aún un acuerdo entre los agentes sociales de cara a los próximos años—".

Además, la previsión que ofrece en sus proyecciones es que "la creación de empleo se prolongará a lo largo del período 2025-2027, aunque su ritmo de avance disminuirá en los próximos trimestres". Mientras que en el conjunto de 2025 se espera un incremento del empleo —medido en términos de personas ocupadas— del 2,6% —superior al 2,2% observado en 2024—, este se ralentizaría en 2026 y 2027, hasta tasas del 1,3% y el 1%, respectivamente.

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