Garantizar la seguridad del hogar ha sido una de las máximas prioridades del ser humano desde siempre, y en los últimos meses se ha empezado a extender un método curioso para incrementar la seguridad: cubrir el pomo de la puerta con papel de aluminio. Este método viral en las redes y en foros de seguridad genera un efecto disuasorio en los intrusos; no sustituye a un sistema de seguridad del hogar completo y profesional, pero su uso ha despertado la curiosidad de miles de personas que procuran reforzar la protección de su hogar.
Evitar robos con papel de aluminio
El papel de aluminio sirve como una señal para las personas que se aproximen a la puerta; tiene un brillo metálico que contrasta de manera inmediata con lo que es habitual de ver en un puerta o en la entrada. Y esto provoca que resulte incómodo para quien tenga la intención de forzar una cerradura, ya que el intruso no espera que exista el pomo cubierto y podría desistir de su intento por temor a que el propietario de la vivienda esté cerca o a que haya cámaras que estén controlando la zona.
Inspirada en el mundo del automóvil
El origen de esta idea está en la automoción; hay conductores que tapan el pomo de la puerta o el volante para impedir que les roben el propio coche. Se trata de aplicar esa solución en nuestras casas -una barrera visual para interrumpir la rutina de aquel que busca señales de casas sin ocupantes-. El truco, que ya había sido detectado en países como Países Bajos y Estados Unidos, se ha ido extendiendo como una medida más para reducir el riesgo de intrusión.
Cómo usar el papel de aluminio
Para poder llevar a cabo esta técnica solo hace falta un trozo de papel de aluminio de cocina. Solo hay que cortar una tira suficiente grande para que cubra el pomo completamente y, una vez hecha la tira, se procede a encajarlo bien. La operación dura menos de un minuto, no es necesario usar herramientas ni conocimientos técnicos, eso sí, hay que fijar correctamente el aluminio para se quede lo suficientemente firme ya que se puede volar con el viento o bien al abrirse la puerta.
Combinar con otras medidas
Si bien el papel de aluminio podría llegar a desempeñar una primera barrera psicológica, lo adecuado sería acompañarlo de un propio sistema de seguridad. Cuantas más tecnologías utilicemos, más difícil lo pondremos a los intrusos y, por lo tanto, iremos disminuyendo exponencialmente el riesgo a ser robados.
Cerraduras de alta resistencia, cámaras de videovigilancia o sistemas de alarma seguirán siendo imprescindibles en nuestra seguridad del hogar.
Papel de aluminio y prevención ingeniosa
Diferente de otros sistemas de seguridad, que implican la instalación profesional, el papel de aluminio no requiere grandes desembolsos ni cambios en el hogar. Esto lo convierte en una solución asequible para todo tipo de viviendas, desde pequeñas casas del centro o pisos en grandes ciudades hasta viviendas en la montaña. Y es que se puede quitar sin dificultad y sin dejar huellas ni dañar la perilla.
Tendencia a proteger el hogar
El auge de esta tendencia ha favorecido que más personas empiecen a hablar sobre la necesidad de cuidar sus casas; al hacerse viral, genera un sentido de alerta de los peligros que representan ciertas señales de proximidad a dejar evidencias de ausencia, como el tener el buzón repleto o haberse dejado las luces apagadas durante muchos días. En ese sentido, el papel de aluminio no solo sirve como un elemento disuasorio, sino como recordatorio de que se debe generar hábitos de prevención más sólidos.
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