La situación económica de la Agencia EFE es delicada desde hace mucho tiempo. El golpe que recibió durante los años posteriores a la crisis 2008 y los cambios que se han producido desde entonces en el mercado de la información han impactado en su negocio y en el de sus clientes, lo que, unido a sus restricciones presupuestarias, ha provocado que sus cuentas cierren en color rojo año tras año.

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Durante el último ejercicio, la empresa presidida por Miguel Ángel Oliver logró reducir sus pérdidas hasta los 15,3 millones de euros, frente a los 18 millones que registró el año anterior. Sin embargo, desde el inicio de la pandemia acumula un déficit de 65 millones de euros, tal y como figura en sus memorias de cuentas.

La agencia ha ingresado durante los últimos años una partida presupuestaria de 53,9 millones de euros que está fijada a partir del denominado Servicio de Interés Económico General que cumple con una parte de su actividad. Sus sucesivos presidentes han reclamado un incremento de esta dotación para equipararla a sus homólogas internacionales. Sin embargo, el actual convenio que regula el SIEG está vigente hasta 2026, por lo que no parece probable un incremento presupuestario.

Rescates de SEPI

La suma de estas circunstancias ha provocado -reconoce el auditor- unas pérdidas acumuladas que han situado su patrimonio neto en 32 millones de euros. Para corregir esta situación, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) le aportó préstamos participativos de un total de 21 millones de euros, así como una cantidad de 25 millones -aprobada en 2023- para compensar pérdidas de ejercicios anteriores, que dieron oxígeno a la empresa pública.

SEPI decidió el pasado enero inyectar otros 18 millones de euros adicionales en EFE para enderezar su balance. Lo hizo después de que decayera un Real Decreto (9/2024) que iba a permitirle eludir la causa de disolución durante 2025. En vista de esto, el Estado salió en su rescate con otra inyección millonaria.

Pese a estas circunstancias, los Administradores de EFE consideran que la empresa dispone de los recursos financieros suficientes "para llevar a cabo el cumplimiento de su plan de negocio en tiempo", según expresa su memoria anual.

Los ingresos de EFE

Durante el último año, la cifra de negocio de EFE fue de 86,5 millones de euros, muy similar a la del año anterior (86,7). De esta cantidad, 53,9 millones se correspondieron con lo que recibió de los Presupuestos Generales del Estado y 30,45 millones, con las ventas.

La agencia está presente en los cinco continentes, pero la mayoría de su actividad económica se desarrolla en España. Por su servicio de texto internacional recaudó 4,5 millones de euros (4,9 millones en 2023), por el de España, 8,3 millones (8,2), por el gráfico, 6 millones (6,2), por el de vídeo, 3,9 (4), mientras que por sus contenidos digitales, 2,7 millones de euros.

En total, facturó 23,74 millones dentro del mercado nacional (23,82) y 8,8 en el internacional (8,9). La mayor parte de su actividad en este último ámbito se encuentra en América (5,8 millones de euros).

¿Cuánto gana Miguel Ángel Oliver?

La plantilla media de EFE durante 2024 ascendió a 734 efectivos (743 en 2023), dentro de un ejercicio en el que el gasto de personal fue de 58,6 millones de euros (57,2).

Los miembros de su Consejo de Administración percibieron un total de 282.483 euros en "sueldos, salarios y dietas". Su presidente, Miguel Ángel Oliver, designado en diciembre de 2023 tras una fuerte polémica, ante su cercanía con el Ejecutivo, donde había ejercido de Secretario de Estado de Comunicación, obtuvo una retribución superior a los 135.000 euros.

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