"Rusia está en guerra con Europa. Desde hace más de una década libra una guerra en Ucrania, que se intensificó ferozmente con la invasión a gran escala de 2022. Pero la lucha en Ucrania es solo parte de una guerra más amplia contra Europa en su conjunto". Ivo Daalder, ex embajador de EEUU en la OTAN, revelaba en Politico con claridad en qué situación nos encontramos, cada vez más evidente por la intensificación de las acciones de guerra híbrida sin firma pero con factura rusa. El líder ruso, Vladimir Putin, está poniendo a prueba la capacidad defensiva de la OTAN. Es un juego peligroso, también para el Kremlin.
"Ya no podemos decir que vivimos en paz, aunque no estemos en guerra”, decía el canciller federal alemán, el conservador Friedrich Merz, este viernes en un foro empresarial en Berlín. Y resumía lo que estamos viendo estos días en varios países europeos: "Vuelos de drones, espionaje, provocaciones, amenazas masivas contra ciudadanos. Actos de sabotaje diarios. Intentos de dañar centros de datos. Ciberataques. Creo que todos hemos experimentado alguna vez que nuestras redes e infraestructuras están en el punto de mira". Y apuntaba sin dudar a Rusia, que se mueve en la llamada zona gris como pez en el agua.
En la zona gris se enmarcan todas las acciones por debajo del nivel de conflicto armado desde el corte de cables submarinos a la violación del espacio aéreo de otro país con drones, como ocurrió en Polonia, Rumanía, y esta semana en Dinamarca varias veces, o incluso con cazas como pasó en Estonia. Son intervenciones que Putin no se atribuye, o en caso extremo los rusos las califican de accidente involuntario, y por ello la respuesta es compleja. Putin como un pirata 2.0 arroja la piedra y esconde la mano. Rusia, lejos de comportarse como una potencia, utiliza las tácticas de los terroristas.
Rusia contra Occidente
¿Por qué lo hace? La realidad es que, como dice Richard Moore, a cargo del MI6, "Rusia no ha podido subyugar a Ucrania por la fuerza. Están avanzando en el frente de batalla, pero a paso de caracol y a un coste horrendo. El Ejército de Putin está lejos de alcanzar los objetivos originales de la invasión". Para Robert Pszczel, investigador en el Centre for Eastern Studies de Varsovia (OSW), Putin está dejando claro que "Rusia está contra Occidente, contra nosotros, contra todos, contra Polonia y también contra España. Ni siquiera esconden sus acciones. Está poniendo a prueba a la OTAN". Según Pszczel, tras la cumbre de Alaska, los rusos pensaron que Trump no iba a proceder contra ellos, que de alguna manera tenían carta blanca.
Rusia está contra Occidente, contra nosotros, contra todos, también contra España. Está poniendo a prueba a la OTAN"
ROBERT PSZCZEL, INVESTIGADOR EN OSW
Dado que Putin no puede doblegar a Ucrania ha decidido actuar contra sus aliados. "Putin no quiere, ni puede, abrir un nuevo frente de guerra. Lo que pretende conseguir es crear una sensación de temor en los vecinos de Rusia con el fin de influir en sus opiniones públicas. Los países que ha atacado recientemente son los más pro Ucrania y los mayores defensores de la Alianza Atlántica. Busca atizar el miedo como factor desmovilizador, de modo que se extienda la creencia de que como Rusia es impredecible y brutal mejor llegar a un entendimiento", afirma Alexey Makarychev, investigador senior asociado del CIDOB, profesor de la Universidad de Tartu, en Estonia.
"A su vez Rusia quiere que la sensación de ansiedad repercuta en la economía de estos países, que sean percibidos como inestable para los inversores. Putin busca desestabilizar a Polonia, los Bálticos, y Finlandia especialmente y que se cuestione la ayuda a Ucrania", añade Makarychev. Este investigador considera que Putin ha conseguido lo contrario de lo que pretendía: "Ahora los europeos son conscientes de que no es una guerra entre Rusia y Ucrania sino mucho más. Rusia está en contra de todos los países occidentales".
La 'zona gris' se calienta
Este proceder del Kremlin no es una novedad pero ahora las acciones son más numerosas y cada vez se extiende más su radio de acción. Este fin de semana se han avistado drones no identificados en Dinamarca y Noruega. Sobrevolaron Karup, la mayor base militar danesa, y Orland, la noruega más grande. La semana pasada fueron los países nórdicos los afectados por estas incursiones que llegaron obligar a cancelar los principales aeropuertos en Copenhague y Oslo el lunes por la noche.
Rusia busca atizar el miedo como factor desmovilizador, de modo que se extienda la creencia de que es mejor llegar a un entendimiento"
ALEXEY MAKARYCHEV, INVESTIGADOR EN CIDOB
También se localizó un dron sospechoso en el Land alemán de Schleswig-Holstein, fronterizo con Dinamarca. El ministro alemán del Interior, Alexander Dobrindt, ha anunciado una reforma legal para que el Bundeswehr pueda derribar drones que supongan un peligro para la seguridad pública.
Rusia es el principal sospechoso de estar detrás de todas estas incursiones. La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, fue cristalina: "Solo hay un país que supone una amenaza para la seguridad de Europa y es país es Rusia".
En casos anteriores como la violación del espacio aéreo de Polonia el pasado 10 de septiembre y poco después el de Rumanía era claro que los aparatos eran rusos. De un ataque con un centenar de drones sobre poblaciones del oeste de Ucrania se desviaron varios hacia Polonia. En total 19 fueron interceptados y destruidos. Intervinieron en el operativo F-16 polacos y F-35 holandeses, con la ayuda de Awacs italiano, y de los Patriot alemanes.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, remarcó que había sido la primera vez que aviones de la OTAN derribaba drones rusos en el espacio aéreo de un país aliado. Polonia invocó el artículo 4 de la OTAN para abordar el asunto.
Derribar o no derribar
Recientemente, Tusk ha dicho que Polonia derribará todo lo que viole su espacio aéreo y se considere una amenaza. El ministro polaco de Exteriores, Radek Sikorski, advirtió a Rusia para que luego no se lamentara. También el presidente checo, Petr Pavel, es partidario de "responder apropiadamente, incluso derribando un caza ruso". La duda es si todos los aliados verían la amenaza desde la misma óptica. Putin sabe de estas divisiones en la percepción de la amenaza y juega con ello.
Tampoco había duda en el caso reciente vivido en Estonia. Tres MiG-31 sobrevolaron el espacio aéreo de Estonia durante 12 minutos. El MiG-31 puede llevar y lanzar el misil hipersónico Kinzhal. Fueron interceptados sobre el Golfo de Finlandia. Dos aviones italianos, que despegaron de la base aérea estonia de Ämari, los siguieron hacia cielos internacionales. Estonia también invocó el artículo 4. El secretario general, Mark Rutte, reafirmó que la OTAN actuaría de forma contundente para defender cada milímetro de la Alianza Atlántica pero aseguró que en el caso de Estonia no hubo amenaza y por eso no se derribaron los cazas. También el A330 en el que viajaba la ministra española de Defensa, Margarita Robles, detectó un intento de interferencia cerca del enclave ruso de Kaliningrado.
La amenaza a los Bálticos preocupa a la OTAN. En su reunión este sábado en la capital de Letonia, el almirante italiano Giuseppe Cavo Dragone, a cargo del Comité Militar de la OTAN, ha evocado lo que sucedió en septiembre de 1939. "Los bombarderos y aviones de reconocimiento soviéticos violaron el espacio aéreo de los tres estados bálticos: Letonia, Lituania y Estonia. Estas incursiones eran más que una mera provocación. Eran la señal inicial de la determinación de Moscú de imponer su voluntad".
Por qué ahora
¿Por qué ahora intensifica sus acciones en zona gris Rusia? Para Nicolás de Pedro, investigador en el Institute for Statecraft, "Putin volvió confiado de Alaska y del reciente encuentro con Xi Jinping. De Alaska regresó convencido de que Trump no se va a enfrentar a Rusia. Y después de Pekín está tranquilo sobre su apoyo. Considera que el tiempo está de su parte. Si los europeos estén pensando en congelar los fondos o sanciones secundarias, él está dispuesto a pelear".
Putin volvió confiado de Alaska porque cree que Trump no se va a enfrentar a Rusia y también de su encuentro con Xi"
NICOLÁS DE PEDRO, INVESTIGADOR I. FOR STATECRAFT
"Lo que está en cuestión es la capacidad disuasoria de la OTAN. Putin sabe que la OTAN está muy dividida y España es un ejemplo. Sánchez lo ha dicho: nosotros tenemos los Pirineos. Los aliados no están reaccionando todo lo bien que deberían. Polonia mostró que hay carencias: no puedes usar un F-35 para derribar un dron de unos miles de dólares. Hay que aprender de los ucranianos. Hay que acelerar en guerra electrónica, sistemas antidron", añade De Pedro.
¿Ha estado a la altura la OTAN?
En la reunión de esta semana en Bruselas, el Consejo del Atlántico Norte emitió un comunicado contundente: "Rusia no debería tener ninguna duda. La OTAN empleará, según la ley internacional, todos los medios militares y no militares para defenderse".
¿Cómo se aplicarán estas palabras? Según Rutte, la OTAN evaluará cada situación en cada momento. No valen reglas generales. A juicio de Robert Pszczel, "la OTAN no ha fallado, ha respondido en los casos más graves, pero es evidente que hay fallas en las defensas aéreas y que los drones presentan nuevos desafíos. Son más difíciles de detectar. Es algo que tiene que mejorarse y son los ucranianos los que tienen la mejor tecnología". Otra cuestión para Pszczel, es dejar claro cómo se comunica y cómo se evalúa "una amenaza real".
Putin ha dejado claro a través de sus portavoces, como es el caso del embajador en París, que considerarían el derribo de un avión como "un acto de guerra". Es decir, considera que tiene derecho a sobrevolar el espacio aéreo de la OTAN. "Las respuestas de la OTAN pueden ser diferentes. Nadie quiere una escalada. Pero abrir fuego puede ser una respuesta, sobre todo si hay una clara violación del espacio aéreo. Puede haber colisiones con aviones de pasajeros o cualquier desgracia. La OTAN ha de calificar claramente qué es una amenaza. No responder no es una buena estrategia porque si no, Rusia continuará", apunta Makarychev.
Hace diez años Turquía derribó un avión de combate ruso, un Su-24, que había violado su espacio aéreo. Según las autoridades turcas, el piloto ignoró hasta una decena de advertencias. Putin calificó el hecho como "una puñalada por la espalda", pero no procedió contra Turquía, que estaba respaldada por los aliados, encabezados por Estados Unidos. Ahora la gran duda es si Donald Trump se pondría de parte de un país aliado que derribara un caza ruso. Es impredecible pero Putin entiende que no haría nada. Ese es el problema.
El 'muro de drones'
Han empezado a evaluarse opciones para evitar las fallas actuales. Así el comisario de Defensa, Andrius Kubilius, ha comenzado a plantear cómo construir un "muro de drones". Como explica Juan Chulilla, socio fundador de The Red Team Shield, "el muro es una metáfora. Se trata de evitar que se empleen los drones ofensivamente contra instalaciones o vidas propias. Hablaríamos de una defensa por capas, que está más centrada en la defensa inmediata y táctica en las cercanías de la línea de contacto o más operacional y hasta estratégica contra los drones de largo alcance".
Para Robert Pszczel, "es importante que los países europeos traten de buscar de forma colectiva respuestas a la amenaza que está planteando Rusia. Hay agujeros negros en muchos países. El problema es que solo hay una organización que tiene la estructura y el procedimiento para ocuparse de la seguridad colectiva y es la OTAN".
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, reconoció esta semana en la ONU vivimos en un momento en el que la carrera de armamento es más destructiva que nunca antes en la historia de la humanidad. "Y será más peligroso aún con el uso de la Inteligencia Artificial aplicada a los drones".
Como escribe Gideon Rachman en el Financial Times, sería "una apuesta temeraria por parte de Putin poner a prueba la voluntad de los países de la OTAN de defender la frontera oriental de la alianza". Quizá EEUU no se sumara pero muchos países relevantes de la OTAN sí lo harían. Y Rusia, según confirman los analistas consultados, hace frente a problemas económicos muy serios. Cada vez la guerra en Ucrania le sale más cara. Sería una huida hacia adelante. El problema es que Putin es experto en apuestas temerarias y su comportamiento no obedece a la lógica.
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