El dueño de Anka Demoliciones, Daniel Anca, calificó el desplome del inmueble en la calle de las Hileras de Madrid, que tuvo lugar ayer, como un "percance fortuito" en una sección donde no se realizaban tareas activas. Hizo hincapié en que todo el personal de la constructora poseía sus permisos y licencias en orden.

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En declaraciones a la prensa cerca del lugar del suceso, el empresario comentó que, por el momento, desconocen las razones exactas del colapso. Afirmó que la compañía se encuentra recabando datos paralelamente a las diligencias de la Policía Científica, que está tratando el incidente como un siniestro laboral, según ha confirmado Europa Press.

Anca indicó que la obra se inició en febrero pasado y avanzaba con extrema lentitud debido a la antigüedad de la estructura, lo que exigía un proceso de intervención por etapas. "Se derriba por fases, se asegura y luego se ejecuta. Se aplica todo el protocolo de seguridad", remarcó.

Respecto a las posibles causas, Anca informó que, según sus fuentes, la planta que cedió no tenía un sobrepeso de material; de igual forma, descartó que se estuviera vertiendo hormigón en ese sector o que la falla proviniera de la grúa.

Subrayó que la grúa estaba fuera de servicio el día del derrumbe y que el vaciado de hormigón se hacía únicamente en el sótano. En cuanto a la posible sobrecarga, se limitó a decir que ese es un tema que "determinarán los investigadores".

Ese mismo día, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, mencionó que una hipótesis inicial sobre la causa del derrumbe apunta a la acumulación de materiales de construcción en el piso superior, aunque pidió prudencia dado que el asunto sigue bajo investigación.

Cuatro fallecidos, con dos identidades aún por confirmar

Además, Anca confirmó que tres de los fallecidos se encontraban en la zona de servicios y el cuarto en la azotea. Resaltó que la magnitud de la tragedia pudo haber sido mucho mayor, ya que al momento del colapso había "más de 40 operarios" trabajando en el edificio, todos ellos "con la experiencia y la documentación legal al día".

El responsable de la empresa explicó que, según los datos disponibles, la identidad de dos de las víctimas mortales todavía no ha sido establecida formalmente. Los otros dos decesos corresponden a una asistente de producción y un obrero de 40 años, oriundo de Malí, cuyos familiares se presentaron en la zona para ser informados por la Policía Judicial sobre la ubicación del cuerpo del difunto.

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