El paso del tiempo deja marcas visibles en la piel del rostro, y aunque sea parte del proceso de envejecimiento natural, es normal que muchas personas busquen la manera de conseguir una piel más suave, es decir, reducir las arrugas que aparecen con los años. Sin la necesidad de acudir a costosas técnicas, existe un ingrediente que se encuentra presente en casi todas las casas y que está adquiriendo mucha fuerza por sus beneficios para la piel, el vinagre de manzana. Un uso regular conseguiría que mejore la textura, revitalice la piel y reduzca las arrugas de forma natural y menos costosa.
Vinagre de manzana contra las arrugas
El vinagre de manzana presenta en su composición natural, ácidos y antioxidantes que son capaces de eliminar las células muertas y regenerar la dermis. Sus compuestos alfa-hidroxiácidos favorecen la renovación celular, aportando firmeza y un aspecto más unificado a la piel. También mejora la circulación sanguínea y oxigena los tejidos, ayudando así a mantener el rostro fresco y luminoso.
A su vez, este principio activo también balancea el pH de la piel, funcionando como un exfoliante suave. Con el uso continuado, se observan visibles reducciones de los poros dilatados, las líneas de expresión se van alisando y se previene la aparición de nuevas arrugas. Su poder antioxidante también es una protección frente al envejecimiento prematuro como consecuencia de la exposición a la radiación solar o al medio ambiente.
Cómo preparar un tónico facial
Para beneficiarse al máximo de sus propiedades, es suficiente con hacer una simple preparación para el tónico facial; lo único que hay que hacer, será mezclar una parte de vinagre de manzana con dos partes de agua mineral para rebajar su concentración y conseguir que no resulte irritante. La mezcla se agita antes de usarla y, con un algodón se aplica sobre la piel de la cara que, preferentemente, debe estar limpia antes de proceder. Esa aplicación se recomienda hacerla durante la noche.
Al día siguiente, se aclara abundantemente con agua y se retiran los restos con una crema hidratante y protector solar. Este hábito nocturno, aplicándolo de forma habitual ayuda a que la piel esté más firme, luminosa y libre de impurezas.
Cuándo aplicar el vinagre
El vinagre de manzana es más efectivo en la noche, ya que es el momento de la regeneración de la piel. Aplicar el tónico con movimientos a modo de circulo, favorece la absorción y estimula la microcirculación. Con ello se le mejora la elasticidad y el cutis vuelve a cobrar vida.
Se aconseja realizar previamente una prueba en una pequeña zona del rostro para comprobar la tolerancia del producto, sobre todo aquellas pieles sensibles, y, si no aparece ninguna reacción, puede aplicarse con tranquilidad en la rutina semanal.
Potenciar el efecto con ingredientes naturales
Si se mezcla vinagre de manzana con aceite de oliva o perejil la efectividad será mayor. Unas gotas aportan una hidratación profunda y contribuyen a suavizar las arrugas más profundas; en cuanto al perejil picado, refuerza el efecto de despigmentación del vinagre de manzana, difuminando manchas y mejorando el tono de la piel.
Beneficios visibles en las arrugas
El uso cotidiano de este remedio provoca cambios destacados en muy pocas semanas; la piel se verá más tersa, se reducen las líneas de expresión y tendrá aspecto rejuvenecido. La cuestión está en la constancia y en mantener la rutina sin interrupciones.
Frena el paso de la edad
El vinagre de manzana se puede complementar con hábitos naturales, como el uso de protectores solares, una hidratación adecuada y el consumo de alimentos ricos en antioxidantes. Su aplicación habitual, junto con una limpieza diaria, puede ayudar a conservar la juventud del rostro y a limitar el deterioro por la aparición de las arrugas, logrando así unas texturas de piel más homogéneas, suaves y llenas de luminosidad.
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