Las transferencias bancarias en Europa han avanzado un peldaño más en cuanto a seguridad. Desde el pasado 9 de octubre, existe una nueva verificación en el ámbito bancario que, en principio, debería ayudar a evitar el fraude financiero y proteger a los usuarios. Esta nueva medida, como consecuencia de este nuevo Reglamento Europeo, añade un control adicional que promete hacer más seguras las operaciones digitales y que no va a afectar ni a los plazos, ni a los costes de la transferencia.
Más seguridad en las transferencias
La norma impone a las entidades bancarias, que operan en el ámbito de la Unión Europea, que verifiquen que existe una relación entre el nombre del beneficiario y el titular del IBAN al que se destina el dinero. Un proceso que, en apariencia, resulta sencillo, pero es una de las barreras de control más críticas en la detección de errores o de intentos de fraudes, ya que se realiza antes de que se complete la operación.
El sistema proporcionará al usuario un aviso gráfico en el transcurso de la introducción de los datos de la correspondiente cuenta receptora. El aviso, en este caso, corresponde a una alerta informativa que ofrece la oportunidad de revisar la información antes de que se lleve a cabo la confirmación de la transferencia. De esta forma, la probabilidad de que la suma de dinero acabe en manos ajenas se reduciría considerablemente.
Coincidencia en las transferencias
Este nuevo mecanismo establece tres niveles de coincidencia. Con la coincidencia total, el envío se lleva a cabo sin problemas; en contraste, en el caso de coincidencias parciales -donde existen diferencias mínimas, como tildes, abreviaciones- el sistema justifica y reclama la revisión de la información; y en el caso de no coincidencia total se generará una advertencia especialmente severa.
Sin embargo, dicho proceso no bloquea las transferencias, es un modo de advertir, no de impedir; el cliente siempre tiene la última palabra y puede decidir continuar o no.
Así afecta a las transferencias diarias
La puesta en marcha de esta nueva verificación no afecta a los plazos de ejecución ni ocasiona gastos adicionales. Las transferencias continuarán ejecutándose con inmediatez o en el mismo día hábil, tal y como ha ocurrido hasta la fecha. La única distinción consiste en que ahora los usuarios dispondrán de un añadido en la seguridad de la operación que incrementa la transparencia del proceso.
De igual forma, los bancos no comprometerán el nombre real del destinatario de la cuenta, ya que se protegerá la privacidad y la información de carácter personal. El sistema de avisos hace las funciones de "semáforo digital" que ayuda al usuario y no al contrario.
Más confianza en los pagos online
Con el aumento del uso de la banca digital, dicha medida aumenta la confianza en los pagos y las transferencias desde dispositivos móviles y ordenadores. Con esta medida el fraude por suplantación de cuentas se reduce considerablemente, lo que es una buena noticia para la seguridad del ecosistema financiero en Europa.
Excepciones
Existen algunas operaciones que no estarán sujetas a este tipo de comprobación, como las transferencias periódicas o las que hayan sido programadas antes del 9 de octubre. Si el usuario desea beneficiarse de esta nueva medida tendrá que cancelar la orden anterior y volver a programarla.
Un cambio estructural en la banca europea
Este nuevo sistema constituye un paraguas en las operaciones de las entidades bancarias de Europa. Con un enfoque preventivo y educativo para el fomento de un uso más responsable de las plataformas de finanzas digitales, desde ahora cada transferencia podrá ser verificada, confirmada y así poder actuar con mayor seguridad.
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