La oferta de habitaciones en alquiler en pisos compartidos ha crecido un 20 % en el tercer trimestre de 2025 respecto al mismo periodo del año anterior, según el último informe publicado por Idealista. Este aumento de la disponibilidad ha frenado la evolución de los precios, que se mantienen prácticamente planos con una subida interanual del 1 %, hasta alcanzar una media de 405 euros mensuales en toda España.

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El estudio del portal inmobiliario muestra un cambio de tendencia en el mercado del alquiler de habitaciones, que durante los últimos años había experimentado fuertes incrementos tanto en precios como en demanda, en sintonía con el resto del mercado de la vivienda, muy tensionado en casi todo el país. El crecimiento de la oferta supera con claridad al de los interesados, que solo han aumentado un 2% respecto a 2024, lo que apunta a una cierta estabilización tras varios ejercicios de tensión.

Más habitaciones disponibles en casi todas las capitales

Idealista señala que 46 capitales de provincia han incrementado el número de habitaciones disponibles respecto al año anterior. Las subidas más pronunciadas se registran en Lugo (89 %), Ourense (80 %), Segovia (69 %), Melilla (67 %) y Cáceres (64 %). También destacan los aumentos en A Coruña (49 %), Teruel (48 %), Ciudad Real (46 %) y Valencia (45 %).

Solo cinco capitales muestran descensos en la oferta: Castellón de la Plana (-31 %), Badajoz (-20 %), Pamplona/(-9 %), Córdoba (-5 %) y Toledo (-3 %). En las grandes ciudades, la tendencia es también al alza: en Barcelona la oferta ha crecido un 17 %, mientras que en Madrid el aumento ha sido del 15 %.

La concentración del mercado es elevada. La mitad de todas las habitaciones en alquiler del país se localizan en apenas cinco ciudades: Madrid (23 % del total), Barcelona (12 %), Valencia (10 %), Sevilla (3 %) y Granada (2 %).

Las ciudades más caras y más baratas para alquilar habitación

El precio medio de las habitaciones en alquiler apenas ha variado en la mayoría de las capitales. Barcelona sigue siendo la ciudad más cara, con una media de 600 euros al mes, seguida de Madrid (550), Palma (510), San Sebastián (500), Málaga (425) y Bilbao (425). En un segundo grupo se sitúan Girona, Pamplona, Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife y Vitoria, todas ellas con una media de 400 euros mensuales.

En el extremo opuesto se encuentran las ciudades más asequibles: Cáceres (225 euros), Badajoz (230) y Jaén (235). En estas capitales, los precios se mantienen estables o incluso descienden, reflejando un mercado menos tensionado.

En términos interanuales, las mayores bajadas de precio se han producido en Badajoz (-23 %), Valencia (-8 %), Alicante (-5 %) y Pamplona (-5 %). Por el contrario, algunas capitales registran subidas notables: Segovia (26 %), Zamora (24 %), Ciudad Real (17 %), Palencia (16 %), A Coruña y Logroño (12 %), Burgos (11 %) y Valladolid y Huelva (10 %). En Madrid los precios no han variado y en Barcelona apenas han repuntado apenas un 1 %.

Demanda estable y pérdida de interés en grandes urbes

El interés por alquilar habitación ha crecido un 2 % en el conjunto del país, pero con fuertes contrastes entre ciudades. En 16 capitales la demanda ha aumentado más de un 30 %, destacando los casos de Castellón de la Plana (115 %), Teruel (88 %), Badajoz (85 %), Zaragoza (67 %), Zamora (60 %) y Huesca (52 %).

En cambio, en las principales urbes la tendencia se ha invertido: Barcelona registra una caída del 21 % en el número de personas interesadas por habitación, Madrid un 5 %, San Sebastián un 16 % y Bilbao un 12 %. Este descenso en las grandes ciudades podría explicarse, según Idealista, por el encarecimiento general de los alquileres y la ampliación de la oferta en zonas periféricas.

Los datos del portal inmobiliario apuntan a que el mercado del alquiler de habitaciones atraviesa una fase de equilibrio tras varios años de tensiones. La expansión de la oferta y la contención de los precios sugieren que los incrementos de los últimos ejercicios podrían haber tocado techo.

Para Idealista, la evolución de los próximos meses dependerá de factores como la disponibilidad de vivienda para estudiantes y trabajadores desplazados, el efecto de la nueva Ley de Vivienda y la adaptación de los propietarios a un contexto de rentas más ajustadas.

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