Las regletas han pasado a ser un accesorio básico en las viviendas. Son la opción ideal para conectar varios aparatos a la vez, apenas ocupan espacio y son una solución cómoda. Pero usarla de forma incorrecta puede suponer un gran problema; muchos electrodomésticos exigen una potencia mayor que la que estos complementos pueden resistir, exponiéndonos al sobrecalentamientos y cortocircuitos que pueden provocar incendios en casa. Saber qué artefactos no debemos conectar a una regleta es básico para prevenir averías y garantizar la seguridad en casa.

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Lo que no debes enchufar a una regleta

Frigoríficos y congeladores

Estos electrodomésticos están en uso continuo porque están diseñados para hacer arrancar y detener su motor varias veces a lo largo del día. Esa demanda de energía de forma continua puede saturar una regleta, pensada para equipos de bajo consumo. Por eso, se recomienda conectarlos directamente a un enchufe, ya que eso evita problemas con esas variaciones de tensión, las cuales pueden dañar el propio aparato y también la instalación que hay en casa.

Microondas y hornos eléctricos

El microondas, así como el horno, también necesita una elevada cantidad de energía para calentar o cocinar la comida. Si se enchufan a una regleta hay que tener presente que limitamos la cantidad de flujo eléctrico que necesitan y, con ello, además de incrementar el riesgo de sobrecalentamiento, el hecho de haber demasiados elementos conectados, puede provocar chispas o fundirse, con el peligro que supone para toda la instalación. Lo más aconsejable es que estos medios tengan su toma exclusiva y estable.

La regleta en la cocina

Tostadoras y cafeteras

El caso es que las tostadoras y las cafeteras utilizan mucha energía en poco tiempo. Cando comparten corriente con otro aparato en la regleta, existe la posibilidad de provocar una sobrecarga instantánea. Si las usas simultáneamente, la potencia que necesitarás supera ampliamente el máximo, lo que puede provocar que salte un fusible o un cortocircuito.

Batidoras y freidoras de aire

La potencia y la rapidez que caracterizan el funcionamiento de estos pequeños electrodomésticos son motivo suficiente para no enchufarlos a una regleta; es cierto que funcionan junto a picos de energía, pero el uso continuado va deteriorando la regleta de manera progresiva. Emplazarlos directamente en un enchufe de pared no sólo le da más continuidad en la vida a su aparato, sino que minimiza picos de consumo eléctrico.

Evitar riesgos con la regleta

Habitualmente, ordenadores, televisión y consolas de videojuegos tienden a estar conectados a regletas, y a pesar de que no solemos utilizar todos los dispositivos de alimentación necesarios, como en el caso de los electrodomésticos de cocina, acumular unos cuantos dispositivos podría provocar una sobrecarga de la regleta, por lo que conviene utilizar regletas con protección sobre tensión y verificar que no superamos la potencia máxima del fabricante.

Cargadores y adaptadores

Los cargadores de telefonía móvil, de tabletas, de ordenadores portátiles o de dispositivos de cualquier tipo, no son muy peligrosos de forma individual, pero su uso reiterado provoca un deterioro específico de la regleta con el paso del tiempo. También ciertos cargadores universales o tipos de adaptadores para carga rápida generan un sobrecalentamiento; es recomendable desconectarlos del enchufe cuando no se utilizan y deben evitarse las conexiones simultáneas de varios cargadores a la vez en la misma regleta.

Usar una regleta de forma prudente no quiere decir que se pueda uno beneficiar de sus ventajas. Solo hay que saber los límites que tiene y saber que no todos los dispositivos son aptos para que se conecten. Con pequeños hábitos relativos a la prevención se pueden evitar los accidentes, proteger los diferentes electrodomésticos y garantizar así la tranquilidad en el hogar.

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