En una declaración institucional coincidiendo con el primer aniversario de la dana mortal, el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha admitido que "hubo cosas que debieron funcionar mejor", aunque ha intentado justificar su gestión asegurando que "tratamos de hacer lo mejor en una circunstancia inimaginable, pero en muchos casos no fue suficiente y hoy, de nuevo, debemos reconocerlo»". Además, ha anunciado la declaración del 29 de octubre como día de luto oficial en la Comunidad Valenciana por las víctimas de aquella catástrofe.

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Tras guardar un minuto de silencio en presencia de miembros de su Consell, Mazón ha elogiado al pueblo valenciano en aquellas horas que dejaron un reguero de 229 fallecidos en su territorio. Cree el barón autonómico que "hoy no es día de la confrontación, pero sí debemos reflexionar ante el desamparo de tantos valencianos, también en los días posteriores".

El 29-O, ha proseguido, "nunca caerá en el olvido, aquel día y los que siguieron permanecerán en nuestra memoria colectiva. El dolor fue y sigue siendo inmenso. La capacidad de respuesta de los profesionales y la solidaridad mostrada por el conjunto de la sociedad civil pasará a formar parte de nuestra historia como uno de los capítulos de mayor ejemplaridad y generosidad nunca vividos».

Día de luto

«Hace un año que la Comunidad Valenciana vivió una de sus mayores catástrofes en toda su historia: la dana. En memoria y homenaje de todas ellas y con el más profundo respeto hacia sus familias, el pleno del Consell ha aprobado la declaración del 29-O como día de recuerdo a las víctimas de la dana», ha anunciado en su breve alocución.

No ha hecho Mazón alusión alguna a su delicada situación política, sobre todo después de que esta misma semana se conociera un detalle nuevo de las horas que siguieron a su almuerzo en El Ventorro, cuando ya se había desatado la catástrofe en su Comunidad y él acompañó a la periodista Maribel Vilaplana al parking donde tenia estacionado su automóvil. El futuro de Mazón está sobre la mesa de Alberto Núñez Feijóo, que todavía le sostiene, al menos hasta el verano, para que corra con el desgaste de la gestión postdana.

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