Juana Rivas ha declarado este jueves en el Juzgado de Instrucción 4 de Granada como investigada por un presunto delito de sustracción de menores, tras la denuncia presentada por su expareja después de que el hijo pequeño de ambos no regresara a Italia en el plazo fijado una vez finalizadas las vacaciones de Navidad de 2024 en Maracena (Granada). Rivas ha llegado al edificio judicial de la Caleta al filo de las diez de la mañana, acompañada por su abogado, Carlos Aránguez, y ha asegurado afrontar esta comparecencia “tranquila”.

PUBLICIDAD

Rivas fue condenada por sustracción de menores después de que en 2016 trasladara a sus dos hijos desde Italia sin consentimiento del padre, alegando que escapaba de una situación de maltrato. Un año después permaneció un mes en paradero desconocido con los niños. El Tribunal Supremo redujo la condena a dos años y medio de prisión y en 2021 el Gobierno le concedió un indulto parcial condicionado a no reincidir durante cuatro años desde su publicación en el BOE, el 17 de noviembre de ese año. Una eventual condena en este procedimiento podría incidir sobre esa medida de gracia.

En un comunicado, los abogados de Rivas han lamentado que, “casi una década después”, el caso regrese “a la casilla de salida”, ahora con Rivas investigada de nuevo en España por sustracción de menores, mientras –subrayan– “Arcuri [su expareja] está sentado en un banquillo acusado por el fiscal de maltratar a sus hijos”. Atribuyen la situación al “error de no tramitar adecuadamente la denuncia presentada el día 12 de julio de 2016”, lo que, en sus palabras, ha conducido a “este kafkiano bucle jurídico”.

La defensa reitera sus argumentos

La defensa afirma que el hijo mayor, Gabriel, “ha perdido su infancia y sólo ha podido escapar del infierno de maltrato en el que vivía cuando, al cumplir los 16 años, pudo decidir venir a España a vivir con su madre”, y que “con 18 años, mayor de edad, relató en primera persona todo lo que ha sufrido”. En cuanto al hijo pequeño, sostienen que “solamente ha sido escuchado una vez en España por una única jueza, que decidió otorgarle su protección”. Señalan la falta de coordinación entre los procedimientos civil y penal en Italia y subrayan que el menor, de once años, es a la vez “principal testigo/víctima” en el proceso por presuntos malos tratos contra su padre y residente en su domicilio mientras comparece en juicio, situación que fue recurrida y objeto de resoluciones contradictorias en tribunales italianos.

Los hechos que motivan la causa actual se sitúan a comienzos de este año. La Corte de Apelación de Cagliari había fijado para principios de enero el regreso del niño a Italia, donde reside habitualmente con su progenitor. La defensa de Rivas solicitó medidas cautelares alegando “grave riesgo” para el menor, al encontrarse el padre procesado por presuntos malos tratos en un procedimiento independiente en Italia. El 7 de enero, el Juzgado de Instrucción 4 –de guardia ese día– tomó declaración al niño y acordó suspender provisionalmente su entrega, considerando su relato “serio y convincente” y ordenando su “inmediata protección” conforme al principio de interés superior del menor. El niño no regresó a Italia hasta el 25 de julio, tras meses de actuaciones judiciales.

El Juzgado de Instrucción 4 había archivado inicialmente la denuncia por sustracción presentada por el padre, pero la Audiencia Provincial estimó en julio parte de su recurso y ordenó reabrir el caso para practicar diligencias, entre ellas la declaración hoy de Rivas como investigada.

La defensa ha anunciado que solicitará el archivo del procedimiento una vez prestada la declaración, al considerar que se trata de una madre que “solo pretende defender a su hijo”.

PUBLICIDAD