El correcto cuidado de los vaqueros es fundamental para conseguir que se mantengan como en el primer día por muchos años: muchas personas los lavan a menudo o sin seguir las instrucciones del tejido, pero un sencillo y eficaz método asegura mantenerlos perfectos y en perfecto estado sin dañar el material. El diseñador Jean Touitou, creador de la marca A.P.C., plantea un proceso de lavado en el que se incluye el cuidado, la limpieza ideal para quienes quieren que sus vaqueros tengan siempre un aspecto como nuevos.

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Lavar los vaqueros con agua fría

Lavar los vaqueros con agua fría es la mejor opción para no alterar su tono. Este tipo de tejido se tiñe través de pigmentos que se adhiere a la propia superficie del hilo, por eso el calor del agua desprende con mucha facilidad esos tonos. Lavar en frío disminuye el riesgo de desteñido y mantiene la intensidad del color, y a su vez evita que el tejido se encoja o pierda su forma.

Estructura y rigidez natural

Los vaqueros se van adaptando a media que se van utilizando, logrando que se ajusta a la forma del cuerpo de la persona que se los pone. Utilizar agua fría permite mantener con el lavado esa rigidez característica al tejido, evitando que se ablande o pierda su forma. Si se lavan del revés y en un programa delicado, se reduce la fricción con el resto de la colada, alargando de esta forma su durabilidad y evitando que se deterioren las costuras o los bolsillos antes de tiempo.

Cómo cuidar los vaqueros durante el lavado

Usar más detergente del necesario es incluso peor que utilizar agua caliente. El detergente contiene blanqueadores y productos químicos que agreden las fibras de los vaqueros. Touitou apela a un uso muy reducido de detergente y optar por opciones suaves, es lo más adecuado, ya que limpian en profundidad, pero sin dañar el color ni el tacto del tejido. Este tipo de productos es muy adecuado para mantener la elasticidad de los vaqueros y no producir la dureza tras el lavado.

Escoge ciclos cortos y centrifugados suaves

Un lavado excesivo o la puesta en marchas de centrifugados bruscos pueden acabar deformando los pantalones vaqueros y creando pliegues difíciles de eliminar. Los ciclos cortos por el contrario ayudan a limpiar sin desgastar la prenda. La cuestión es combinar un ciclo suave en frío, y siempre con poco detergente: con ello se obtiene una limpieza, una frescura y, al mismo tiempo, no se compromete la resistencia que ofrece el denim.

Vaqueros para durar más

Touitou plantea una técnica sorprendente pero eficaz, como es numerar los vaqueros para alternar el uso. Así, cada par de vaqueros tiene un uso similar y evitas un mayor desgate de uno en particular. Este sistema permite rentabilizar más cada prenda utilizada y preserva cada vaquero por mucho más tiempo.

Guardarlos correctamente en el armario

El modo de almacenamiento también tiene sus efectos para la conservación. Lo correcto es colgarlos de perchas especiales o de terciopelo, ya que es necesario evitar las marcas del metal y el exceso de peso. Podemos clasificarlos también por su tono o tipo de uso: más formales, de fin de semana, diarios, así como otros matices, además de no amontonarlos en exceso para llevar a cabo la ventilación respectiva (un almacenamiento adecuado se traduce en menor humedad, olores, deterioro prematuro).

Conservar los vaqueros con la atención adecuada no solo permite que duren más tiempo, sino que ayuda también a un consumo más responsable. Apostar por lavados concretos, detergentes suaves y los cuidados necesarios es la mejor forma para disfrutar de prendas que aguanten durante años manteniendo su autenticidad y estilo intactos.

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