El Gobierno de Estados Unidos ha ordenado paralizar las obras en cinco parques eólicos marinos, entre ellos ‘Vineyard Wind 1’, el gran proyecto ‘offshore’ de Iberdrola en el país, desarrollado a través de su filial Avangrid junto a la danesa Copenhagen Infrastructure Partners (CIP).

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La decisión, adoptada por la Administración de Donald Trump, implica la suspensión inmediata de los contratos de arrendamiento de todos los proyectos eólicos marinos a gran escala actualmente en construcción, al considerar que plantean riesgos para la seguridad nacional, según ha informado el Departamento del Interior estadounidense tras analizar informes clasificados elaborados por el Departamento de Guerra.

“El principal deber del Gobierno de Estados Unidos es proteger al pueblo estadounidense”, ha señalado el secretario del Interior, Doug Burgum, quien ha explicado que la medida responde a “los riesgos emergentes para la seguridad nacional, incluida la rápida evolución de tecnologías adversarias y las vulnerabilidades asociadas a proyectos eólicos marinos de gran escala situados cerca de centros de población de la costa Este”.

La Administración ha subrayado que este parón permitirá ganar tiempo para trabajar con los arrendatarios y los socios estatales con el objetivo de evaluar posibles medidas que mitiguen dichos riesgos según Europa Press.

Junto a ‘Vineyard Wind 1’, los proyectos afectados por la orden son ‘Revolution Wind’ (704 MW), de Ørsted; ‘Sunrise Wind’ (924 MW); ‘Coastal Virginia Offshore Wind’ (2.600 MW); y ‘Empire Wind 1’ (810 MW), de Equinor.

El mayor proyecto ‘offshore’ de Iberdrola en EEUU

‘Vineyard Wind 1’ es la primera gran instalación eólica marina de Iberdrola en Estados Unidos. Situado frente a las costas de Massachusetts, el parque cuenta con una capacidad instalada de 806 megavatios (MW), suficiente para abastecer a más de 400.000 hogares y empresas del estado.

El proyecto está participado al 50% por Iberdrola, a través de Avangrid Power, y por CIP, y supone una inversión cercana a los 3.000 millones de dólares (más de 2.700 millones de euros), respaldada por contratos de suministro con las principales eléctricas de Massachusetts.

La paralización se enmarca en la ofensiva del nuevo Gobierno estadounidense contra la energía eólica marina. Ya en septiembre, la Administración Trump retiró las autorizaciones de construcción de otros dos proyectos de Iberdrola en la región, ‘New England Wind 1’ y ‘New England Wind 2’, y desde su llegada a la Casa Blanca ha suspendido o revisado diversos permisos vinculados a este tipo de instalaciones.

De hecho, nada más asumir el cargo en enero, Trump firmó una orden ejecutiva que congelaba temporalmente la concesión de nuevos arrendamientos para proyectos eólicos en aguas federales y abría una revisión de los procedimientos de autorización.

EEUU, mercado estratégico para Iberdrola

Pese a este contexto, Estados Unidos sigue siendo un mercado clave para Iberdrola dentro de su hoja de ruta hasta 2028. El grupo prevé invertir más de 16.000 millones de euros en el país en ese periodo, principalmente en infraestructuras de redes eléctricas y de gas.

A través de Avangrid, Iberdrola opera en 24 estados, con más de 10,5 gigavatios de capacidad instalada, y presta servicio a más de seis millones de hogares y empresas, especialmente en el noreste del país.

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