Podemos e independentistas han criticado el discurso de Navidad del Rey, mientras que PP y PSOE han valorado positivamente su carga social y su mensaje contra "populistas y secesionistas".

El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, criticó el discurso pronunciado en Nochebuena por el rey Felipe VI en su tradicional Mensaje de Navidad. El dirigente de Podemos afirmó que lo había podido firmar de principio a fin el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

En un tuit, Echenique asegura que, a su juicio, Felipe de Borbón no logró representar a todos los españoles, ya que dejó fuera a millones de españoles que saben que la situación actual "no es una crisis, es una estafa".

Según el diputado aragonés, si el Rey escuchase a su pueblo "sabría que millones de españoles están señalando a los corruptos y a los privilegiados, así como a sus representantes parlamentarios, como la verdadera causa de tanto sufrimiento" y que "sabría que millones piden un cambio en las políticas ineficaces, injustas y deliberadas que han hecho tanto daño a España".

Millones piden un cambio en las políticas ineficaces" del Gobierno

El dirigente de Podemos afirma que "un rey que dice lo mismo que el presidente del Gobierno, ... que no afronta las causas de los males de su pueblo,... cuyo único reconocimiento a la obvia plurinacionalidad de su país es saludar en cuatro idiomas, es un rey que ha elegido dejar de escuchar a la gente", informa Efe.

También sectores independentistas catalanes y vascos criticaron a Felipe VI.

El vicepresidente del Govern, Oriol Junqueras, ha reclamado que Cataluña pueda tener una "relación entre iguales" con el "Reino de España". Ha explicado que no escuchó el mensaje de Navidad del Rey, que abogó por una España en la que la convivencia democrática esté basada "en el respeto a la ley", en la unión y en una voluntad decidida y leal de construir y no de destruir", al sostener que no es tiempo para "fracturas, ni divisiones internas".

Preguntado por este llamamiento del Rey, Junqueras se ha mostrado "absolutamente a favor" de evitar "confrontaciones estériles", de "respetar siempre la legalidad fruto de la democracia y de nuestro Parlamento" y de mantener "la mejor relación posible con España y los ciudadanos españoles".

Hablar con "la misma libertad que el Rey"

En la misma ha hablado la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, quien ha reclamado que los catalanes "puedan expresarse con la misma libertad con la que lo hizo ayer el Rey".

En el tradicional homenaje frente a la tumba del ex presidente de la Generalitat Francesc Macià, en el cementerio de Montjuïc de Barcelona, Forcadell ha aludido al mensaje de Navidad del Rey.

Este abogó ayer por una España en la que la convivencia democrática esté basada "en el respeto a la ley", en la unión y en una voluntad decidida y leal de construir y no de destruir", al sostener que no es tiempo para "fracturas, ni divisiones internas".

Forcadell ha señalado que a su juicio el Rey Felipe VI "no dijo nada de nuevo" en su intervención de ayer. En la misma línea se pronunció el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Gerardo Pisarello, ha considerado "decepcionante" la "poca sensibilidad" y "comprensión" del Rey hacia Cataluña y ha lamentado que Felipe VI no abriera "ningún camino" para "desbloquear la situación" de manera "democrática y pacífica".

Por su lado, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha afirmado que el mensaje transmitido anoche por el rey Felipe VI fue "en lo social buenista, en lo político contradictorio y en lo territorial negacionista".

El PNV remarca contradicciones: "Habría que preguntarse quién niega al otro"

Esteban ha considerado que el Rey incurrió en "contradicciones", porque "dijo que no puede caber en la España de hoy la negación del otro" y, a juicio de Esteban, "habría que preguntarse quién niega al otro".

"Los nacionalistas vascos no negamos que existe una nación española, pero la Casa Real y los gobiernos de turno sí niegan la existencia de una nación vasca, que es el sentimiento de muchos vascos", ha señalado Esteban.

"Si en la España de hoy no puede caber la negación de otro, debía empezar a apuntárselo la propia Casa Real", ha añadido.

El diputado vasco ha indicado que, cuando Felipe VI habló de "lo inadmisible de la vulneración de las normas y del respeto a la ley", "todos" entendieron que "se estaba refiriendo muy probablemente a la situación catalana, pero -ha remarcado- debería ampliar el objetivo de su mirada y darse cuenta de que quien empieza a incumplir la ley han sido los propios gobiernos del Estado".

Halagos de PP y PSOE

Las primeras valoraciones positivas al mensaje navideño de Felipe VI llegaron por boca de PP y PSOE:

El vicesecretario general de Comunicación del PP, Pablo Casado, ha calificado de "optimista y ambicioso" el discurso pronunciado ayer por el rey Felipe VI en su tradicional Mensaje de Navidad, con un "mensaje claro a los populistas y secesionistas".

En declaraciones a los periodistas en Palencia, Casado ha sostenido que "a buen entendedor pocas palabras bastan", en referencia a las palabras del monarca en las que ha hablado de "unidad frente a quien intenta separar y a los que intentan hacer valer sus intereses partidistas por encima de los generales".

El responsable de Comunicación del PP ha destacado además del discurso del rey Felipe VI su mensaje de que "no cumplir la ley es un empobrecimiento moral de la sociedad".

Casado ha afirmado que fue un discurso "optimista y ambicioso", que ha llegado "al nivel de la calle", y en el que ha recapitulado el pasado reciente, ha apelado al presente y a la necesidad de unión y ha hablado de futuro mirando a los jóvenes.

Por su lado, Antonio Hernando, portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, ha valorado el contenido social del discurso con la mirada más puesta en el futuro que en el pasado y en el que destacó lo que une a los españoles por encima de los que pueda diferenciarles.

Hernando ha comparecido en la sede nacional del PSOE, en Madrid, para ofrecer la opinión de su partido sobre la alocución del Rey, en el que abogó por una España de "brazos abiertos y manos tendidas" en la que la convivencia democrática esté basada "en el respeto a la ley" y en la unión y porque no es tiempo para "fracturas" ni divisiones internas.

Los socialistas coinciden con el monarca en la confianza en el país y en reconocer el esfuerzo que han hechos los españoles para enfrentarse a la crisis, y consideran "muy acertado" que el monarca haya hecho un llamamiento para luchar contra la desigualdad.