Quizá porque Madrid se mueve demasiado rápido, no mucha gente sabe que, durante algunas semanas de 2019, hubo un grupo de personas que cruzó una y otra vez el mismo paso de peatones de la calle de Génova. Lo hizo durante dos horas al día, ataviado con iconografía independentista y en completo silencio, en protesta por la falta de libertad de expresión que -consideraban- motivó el juicio a los responsables políticos del referéndum del 1-O.

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