Carlos Alcaraz ha firmado este domingo la remontada de todos los tiempos para alzarse con el trofeo de Roland Garros ante Jannik Sinner. El tenista murciano, que comenzó el partido perdiendo los dos primeros sets y tuvo tres bolas de partido en contra, logró rehacerse para acabar tumbando al número uno del mundo por (4-6, 6-7, 6-4, 7-6 y 7-6). Cinco sets, más de cinco horas y media de juego y un super tie break definitivo que ya es historia del tenis, en el que el español arrasó con un marcador de 10-2.
Ha sido, como prometía, el partido del año, por cartel, emoción y nivel de juego. En pista estaban los dos primeros del ranking ATP, llamados a ser los grandes nombres del tenis masculino en los próximos años. Y se enfrentaban, por si fuera poco, por primera vez en una final de Grand Slam, donde ambos hasta ahora estaban invictos. Carlos había ganado las cuatro finales anteriores, y Jannik las tres que había jugado.
Desde que comenzó la Era Open en 1968, solo siete jugadores habían logrado remontar dos sets en contra en una final de Grand Slam. El último de ellos fue Nadal en aquella final inolvidable del Open de Australia de 2022 contra Medvedev. Antes también lo consiguieron Djokovic, Thiem, Gaudio, Agassi, Lendl y Borg. Una ristra de leyendas en la que, desde hoy, también está Carlos, que se ha llevado la final más larga de la historia del torneo francés.
La victoria permite a Alcaraz defender la corona de París, ganar su segundo Roland Garros y alzarse con su quinto Grand Slam exactamente a la misma edad con la que lo logró Nadal en Wimbledon 2008: 22 años, un mes y tres días. Pero, además, es un golpe anímico enorme contra Sinner, al que lidera en el cara a cara con ocho victorias y cuatro derrotas. La de hoy ha sido durísima para el italiano, porque ha demostrado que cuando Alcaraz logra realmente alcanzar su nivel y meterse en el partido a nivel mental, es simplemente inalcanzable para el resto.
Inicio apabullante de Sinner
De entrada, el español salió muy concentrado, y con un juego muy agresivo que le llevó a tener bolas de rotura en los tres primeros servicios de su contrincante. Acertó a hacer el break a la tercera, pero de inmediato Sinner reaccionó rompiéndole el servicio.
A partir de ahí, el transalpino puso la misma velocidad de crucero que le ha servido para triturar a todos sus rivales en el torneo, y acabó llevándose el primer set en un juego donde todos sus puntos llegaron por fallos de Alcaraz, que comenzó a tener dudas. Al murciano le sigue costando competir los días donde no puede ejecutar su juego de manera brillante, como hace habitualmente, pero en esta ocasión logró agarrarse a la pista y seguir compitiendo.
El segundo set comenzó con la misma dinámica, con Sinner acelerando hasta ponerse de manera cómoda 5-2 arriba y restando para llevarse la manga. Fue entonces cuando Alcaraz se reconectó al partido, consiguiendo igualarlo y llevándolo hasta el tie break. El de El Palmar llegó a ponerse 2-1 en el desempate y parecía que era su momento, pero acabó cediendo por 7-4.
Llegados a este punto, la victoria ya había pasado a ser casi un imposible para Alcaraz. Dos sets abajo contra -el que ha demostrado ser en el último año- el mejor tenista del mundo, que se estaba imponiendo tanto en los tramos de mayor brillantez en su juego como en los más igualados y que, por encima de todo, tiene en la mentalidad su mejor virtud. Al contrario que Carlos, que basa su juego en arreones emocionales, Jannik es siempre una balsa de aceite.
El comienzo de la remontada
Con todo, Alcaraz, al igual que Djokovic hace solo un par de días, no se hundió en el tercer set a pesar de ir claramente por debajo en el marcador. Más bien lo contrario: se obligó a sí mismo a seguir luchando contra su cabeza y acabó consiguiendo un break de oro que le puso 3-1, y que posteriormente le ayudó a llevarse el set por 6-4. Susto incluido, eso sí, porque cuando Alcaraz sacaba para ganar con 5-3, Sinner consiguió romperle, y el español tuvo que esperar para cerrarlo al resto.
Mano a la oreja, miradita a la grada y, con más de tres horas de juego, partido al cuarto set, que hizo que el encuentro entrara en una nueva fase. Los dos subieron exponencialmente su nivel de juego y la tensión fue haciendo su trabajo para darle más emoción, pero Sinner parecía sufrir menos con su saque. El transalpino acabó rompiendo en blanco a Alcaraz con 3-3 en el marcador y puso la directa para intentar cerrar el partido.
Con saque de Alcaraz, Sinner tuvo tres bolas para llevarse el trofeo, que el español logró salvar milagrosamente. En el siguiente juego, Carlos logró romper a su rival cuando sacaba para ganar, y acabó llevándose el set en un definitivo tie break por 7-3. Cuatro horas y cuarto de juego y el español, por fin, estaba en su mejor momento.
Alcaraz volaba en la pista y lo sabía, así que fue directamente a la yugular de Jannik. En el primer juego del quinto set le rompió el saque, y por primera vez en todo el partido se puso por delante en el marcador. Parecía no querer aflojar, pero cuando servía para volverse a Murcia con el trofeo, Sinner se levantó para romper el saque y forzar un super tie break. Era el final que el partido se merecía, y tuvo el desenlace perfecto.
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