La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se prepara para convocar un Congreso Nacional de Fútbol Femenino con el objetivo de consensuar un cambio estructural profundo en las competiciones femeninas, según se ha conocido tras la reciente Asamblea General Ordinaria celebrada el pasado 30 de junio. Esta iniciativa marca un hito en la búsqueda de la modernización y profesionalización del fútbol femenino español, siguiendo los pasos de otros eventos formativos exitosos como el I Congreso Internacional de Entrenadores y Entrenadoras celebrado en junio.

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La necesidad de reestructurar el sistema competitivo del fútbol femenino español se ha vuelto evidente ante el crecimiento exponencial de la disciplina en los últimos años. El fútbol femenino español ha alcanzado cotas históricas de éxito, con la Selección Española como vigente campeona del mundo en categorías Sub-17, Sub-19 y Absoluta, además de ser campeona de la UEFA Women's Nations League.

Sin embargo, este crecimiento ha puesto de manifiesto las limitaciones del actual sistema competitivo. La pirámide del fútbol femenino nacional está experimentando cambios constantes que requieren una planificación estratégica integral. La RFEF ya ha anunciado modificaciones significativas para las temporadas 2025-26 y 2026-27, que incluyen la expansión de la Tercera RFEF de 6 a 18 grupos y la reorganización de la Segunda RFEF en formato autonómico.

El Congreso Nacional de Fútbol Femenino se plantea como un espacio de diálogo participativo donde convergerán todos los actores relevantes del ecosistema del fútbol femenino español. Siguiendo el modelo exitoso del reciente Congreso de Entrenadores, que logró congregar a más de 550 técnicos especializados, este nuevo evento buscará generar consenso entre clubes, federaciones territoriales, jugadoras y directivos.

La experiencia previa de congresos específicos del fútbol femenino, como el histórico V Congreso de Mujeres del Fútbol Español celebrado en Cádiz en 2009, demostró la importancia de estos encuentros para fortalecer lazos entre las profesionales del sector y establecer directrices comunes para el desarrollo de la disciplina.

Las modificaciones ya aprobadas revelan la magnitud de la transformación planificada. Para la temporada 2025-26, la Tercera RFEF pasará a tener competencia autonómica con 18 grupos de 10-12 equipos cada uno, siguiendo el modelo implementado en el fútbol masculino hace cuatro años. Paralelamente, la Segunda RFEF se expandirá de 3 a 4 grupos con 14 equipos en cada agrupación.

Este cambio estructural no es casual. Como explica la propia RFEF, "el objetivo está basado en estandarizar ambas ramas y tener la misma pirámide", buscando crear coherencia entre los sistemas competitivos masculino y femenino, aunque reconociendo que las realidades de ambas modalidades son diferentes.

No todos los actores del fútbol femenino han recibido con beneplácito estos cambios. Los equipos gallegos de Tercera RFEF han manifestado su "rechazo absoluto al nuevo formato", argumentando que "devalúa completamente esta competición" y pone en riesgo "la viabilidad económica de los clubes".

Estas voces críticas señalan que "querer igualar la estructura de las competiciones femeninas a las existentes en el fútbol masculino es desconocer la realidad del fútbol femenino", destacando que el nuevo formato podría resultar en una reducción del nivel competitivo y menor visibilidad para los clubes participantes.

Uno de los aspectos más complejos de la reestructuración es garantizar la representación territorial equilibrada. El nuevo sistema contempla que cada federación territorial comunique si su escalón nacional más inferior estará formado por 10 o 12 conjuntos, siendo el caso de Andalucía particular al corresponderle dos grupos de 12 equipos cada uno.

Esta flexibilidad territorial busca adaptar la estructura a las realidades específicas de cada comunidad autónoma, reconociendo que la densidad de clubes femeninos varía significativamente entre regiones. Sin embargo, también plantea el desafío de mantener criterios uniformes de calidad competitiva.

La tradición de congresos especializados en el fútbol femenino español no es nueva. Eventos como el Congreso de Mujeres del Fútbol Español han servido históricamente como espacios de networking y fortalecimiento de vínculos profesionales entre las trabajadoras del sector. Estos encuentros han demostrado ser fundamentales para establecer directrices comunes y compartir mejores prácticas.

El éxito del reciente I Congreso Internacional de Entrenadores y Entrenadoras, que completó su aforo con 550 técnicos especializados, evidencia el apetito del sector por espacios de formación y debate profesional. Este evento, que además sirvió para la revaluación de todas las licencias, incluida la UEFA PRO, establece un precedente exitoso para el futuro Congreso de Fútbol Femenino.

El Congreso Nacional de Fútbol Femenino se enmarca en una nueva etapa de gobernanza del fútbol español caracterizada por la búsqueda de consensos y la transparencia. Como ha manifestado el presidente de la RFEF, Rafael Louzán, "vamos a seguir en la línea de unidad, consenso, trabajo y transparencia absoluta".

Esta nueva aproximación se ha materializado ya en iniciativas como el primer Convenio de Coordinación entre RFEF y Liga F y la creación del Comité de coordinación que une por primera vez RFEF, LALIGA y Liga F. Estos precedentes sugieren que el futuro congreso adoptará un enfoque colaborativo y participativo.

Las modificaciones estructurales tendrán un impacto directo en el desarrollo del talento femenino. El nuevo sistema contempla más oportunidades de ascenso, con hasta 23 ascensos previstos de Tercera a Segunda RFEF en la temporada 2026-27. Sin embargo, también implicará mayor competitividad en las categorías inferiores, lo que podría representar un reto para clubes con recursos limitados.

La RFEF también evalúa la posibilidad de crear una División de Honor Juvenil Femenina, siguiendo el modelo masculino, lo que representaría una oportunidad adicional para el desarrollo de las jugadoras jóvenes y su progresión hacia categorías superiores.

La reestructuración del fútbol femenino español no puede desligarse del contexto internacional. España se ha consolidado como una potencia mundial en fútbol femenino, y mantener esta posición requiere una base competitiva sólida que permita el desarrollo continuo del talento.

La participación española en competiciones UEFA, con el derecho a participar en la UEFA Women's Champions League, exige mantener estándares competitivos elevados en todas las categorías. El Congreso Nacional deberá abordar cómo equilibrar la expansión territorial con la excelencia competitiva.

El calendario de implementación de estos cambios es ambicioso. Las modificaciones para la temporada 2025-26 ya están en marcha, con la Tercera RFEF expandiéndose entre octubre y mayo. El Congreso Nacional de Fútbol Femenino deberá abordar no solo estos cambios inmediatos, sino también la planificación estratégica a medio y largo plazo.

La RFEF ha indicado que los detalles del Plan de Competición 2026-27 se desvelarán en la Asamblea General de 2026, condicionados al feedback de los clubes y las sensaciones recogidas durante la próxima temporada. Esta aproximación iterativa sugiere que el congreso será el primero de una serie de encuentros destinados a perfeccionar continuamente el sistema competitivo.

El Congreso Nacional de Fútbol Femenino representa una oportunidad histórica para consensuar una visión común del futuro del fútbol femenino español. Su éxito dependerá de la capacidad de conciliar las legítimas aspiraciones de crecimiento y profesionalización con las realidades económicas y territoriales del sector. Como ha demostrado la experiencia de otros congresos especializados, el diálogo participativo y el consenso son las claves para construir un sistema competitivo sostenible y exitoso que mantenga a España en la élite mundial del fútbol femenino, según informa Europa Press.

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