La Fiscalía de Milán ha puesto bajo la lupa la construcción de la Villa Olímpica destinada a alojar a los atletas de los Juegos de Invierno Milán-Cortina 2026 por un posible caso de corrupción. La pesquisa se centra en supuestos acuerdos ilegales vinculados a diversos proyectos urbanísticos, entre ellos este enclave clave para la competición, que se celebrará del 6 al 22 de febrero de 2026.

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El proyecto de la Villa Olímpica, ubicado en las cercanías del centro de Milán, ha motivado la solicitud de órdenes de detención contra seis personas y el registro de oficinas y viviendas relacionadas con los contratos de obra. Entre los hallazgos, la Fiscalía incautó 120.000 euros en efectivo al contratista principal, lo que refuerza las sospechas de manejos irregulares en la adjudicación de servicios y suministros.

La investigación no se limita a la Villa Olímpica: también incluye otros desarrollos urbanísticos promovidos por el mismo consorcio organizador de Milán-Cortina 2026. Entre los investigados se encuentra el propio alcalde de Milán, Beppe Sala, señalado por posibles vínculos con decisiones administrativas que favorecieron a ciertos contratistas.

Este escándalo se suma a recientes indagaciones llevadas a cabo por la Guardia di Finanza, que en mayo de 2024 registró los sistemas informáticos de la fundación organizadora de los Juegos por presuntas irregularidades en la contratación de servicios digitales. Entonces, quedaron en investigación el exdirector general de la fundación y ejecutivos de las empresas adjudicatarias.

La polémica ha encendido las alarmas sobre la transparencia y la integridad en la preparación de unos Juegos Olímpicos que promueven la sostenibilidad y el legado urbano, valores que ahora se ven amenazados por la sombra de la corrupción. A menos de siete meses del inicio de la competición, la organización deberá aclarar estas acusaciones para recuperar la confianza de la comunidad internacional y de los ciudadanos italianos.

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