El RCD Espanyol ha hecho oficial este miércoles la salida de Joan García, uno de sus jugadores más emblemáticos de los últimos años, tras el pago de su cláusula de rescisión.

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El portero catalán, formado en la cantera blanquiazul desde los 15 años, ha decidido poner fin a su etapa en el club tras nueve temporadas, abonando la cantidad estipulada en su contrato: 25 millones de euros más el ajuste del IPC, lo que eleva la cifra final a 26,34 millones de euros, según informa Europa Press.

La noticia, que ha causado un profundo malestar entre la afición perica y la directiva, se ha comunicado a través de un escueto mensaje oficial: “El portero Joan García ha abonado su cláusula de rescisión -25 millones más el IPC- y pone fin a su etapa como jugador del RCD Espanyol”. 

La brevedad del comunicado refleja el disgusto del club, que se negó a negociar la salida del jugador y prefería, en caso de su marcha, que recalara en un club extranjero y no en el eterno rival, el FC Barcelona.

Joan García, que ha disputado todos los partidos de la última temporada con el Espanyol, se despide tras una campaña en la que ha destacado como uno de los mejores porteros de LaLiga, con 51 goles encajados, ocho porterías a cero y un promedio de 3,8 paradas por partido. 

Su rendimiento le ha valido el interés de varios clubes, pero finalmente el Barça ha sido el destino elegido, donde firmará por seis temporadas, hasta 2031.

En un emotivo vídeo de despedida publicado en sus redes sociales, García ha reconocido que su decisión “no será fácil de entender para todo el mundo”, pero ha pedido respeto y ha explicado que se trata de una decisión “muy meditada”, pensada tanto en su carrera como en el bienestar de su familia. 

El guardameta ha agradecido a entrenadores, compañeros y aficionados el apoyo recibido durante todos estos años y ha asegurado que se va “con el corazón lleno de agradecimiento” y con la convicción de haber dado todo por el club.

La marcha de Joan García supone un duro golpe para el Espanyol, pero también deja un importante ingreso económico, que según el propietario del club, Rastar Group, servirá para mejorar la situación financiera y las operaciones diarias de la entidad. 

Mientras tanto, el Barcelona se asegura a uno de los porteros con mayor proyección del fútbol español, en una operación que, por su contexto y rivalidad, quedará marcada en la historia reciente del fútbol catalán.

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