Luis de la Fuente ha demostrado una vez más su prudencia y sabiduría como seleccionador nacional al abordar el debate sobre la posible convocatoria de Gonzalo García para la selección española. Durante la presentación de Aitor Karanka como nuevo director técnico de desarrollo y de la selección absoluta masculina, el riojano lanzó un mensaje claro que resume perfectamente el proceso de maduración que debe experimentar todo futbolista para alcanzar el máximo nivel.
El fenómeno Gonzalo García en el Mundial de Clubes
Gonzalo García se ha convertido en la gran revelación del Mundial de Clubes que se está disputando en Estados Unidos. El delantero del Real Madrid, de apenas 21 años, ha demostrado un nivel excepcional con cuatro goles y una asistencia en los cinco partidos disputados, siendo titular en todos ellos. Su irrupción ha sido tan espectacular que ya ha empezado a sonar como candidato para la selección española, especialmente en un momento en que el combinado nacional busca alternativas en la posición de delantero centro.
La explosión del canterano madridista ha sorprendido incluso a él mismo. "Ya lo dije el otro día, que era para mí impensable, pero bueno, contento, contento con otro gol más, pero más aún con la victoria", confesó tras su actuación ante el Borussia Dortmund. Su capacidad para adaptarse al primer equipo del Real Madrid y rendir en escenarios de máxima exigencia ha captado la atención de los medios especializados y de la propia Federación Española de Fútbol.
Ante la creciente presión mediática y las especulaciones sobre una posible convocatoria inmediata, De la Fuente ha optado por la templanza y la reflexión. "Lo que hay que hacer es darle a cada jugador su momento. Todavía queda mucho tiempo hasta la siguiente convocatoria. Está haciendo méritos para pensar que puede ser un jugador con un futuro, pero lo más importante es no ir a la precipitación ni al calentón por un rendimiento corto, inmediato".
El seleccionador nacional ha utilizado una expresión popular que refleja perfectamente su filosofía: "Como dicen en mi pueblo, hay que hacer también un poco de 'mili' para ir ganándose la posibilidad y el derecho a estar ocupando un puesto en una selección fantástica, unos jugadores maravillosos, jugadores de muchísimo nivel con una trayectoria fantástica".
Una de las claves del discurso de De la Fuente radica en una realidad irrefutable: "No ha jugado ni un segundo en Primera División". Esta observación pone en perspectiva el entusiasmo generado por el rendimiento de Gonzalo García en el Mundial de Clubes. El seleccionador entiende que, aunque el torneo internacional es de máximo nivel, la Liga española presenta desafíos únicos que requieren un proceso de adaptación y maduración.
El caso de Lamine Yamal se presenta como una excepción a la regla. Solo el jugador del FC Barcelona ha conseguido recientemente dar el salto directo a la selección absoluta sin pasar por la Sub-21. Esta excepcionalidad refuerza el argumento de De la Fuente sobre la importancia de respetar los procesos y no dejarse llevar por impulsos momentáneos.
Según las informaciones publicadas, los planes de la RFEF contemplan una progresión gradual para Gonzalo García. En septiembre, el delantero sería convocado para la Sub-21 en los compromisos de clasificación para el Europeo de su categoría ante Chipre y Kosovo. Si mantiene su rendimiento y suma minutos en Liga y Champions League, podría ser citado con la selección absoluta para los partidos de octubre ante Georgia y Bulgaria.
Esta hoja de ruta refleja la metodología que ha caracterizado el trabajo de De la Fuente: paciencia, progresión y mérito. El seleccionador prefiere construir sobre bases sólidas antes que apostar por soluciones a corto plazo que puedan generar presión innecesaria sobre jugadores jóvenes.
La búsqueda del delantero del futuro
El contexto en el que se produce este debate es fundamental para entender la importancia de las palabras de De la Fuente. La selección española atraviesa un momento de transición en la posición de delantero centro. Álvaro Morata, tradicionalmente el referente en esa demarcación, ha visto reducido su protagonismo en los últimos compromisos. Mikel Oyarzabal ha asumido el rol de titular en los encuentros más recientes, convirtiéndose en el máximo goleador del seleccionador con 10 tantos.
En este escenario, la aparición de un talento emergente como Gonzalo García genera expectación, pero también responsabilidad. De la Fuente entiende que la construcción de un delantero de selección requiere tiempo, experiencia y, sobre todo, consistencia en el rendimiento a lo largo de toda una temporada.
La filosofía de la meritocracia
"Hay que hacer méritos para ello, pero por supuesto que lo animo, celebro que tenga ese rendimiento, porque es otro jugador que se suma a esta causa. Ojalá haya muchos Gonzalos, muchos Huijsen, muchos Cubarsís". Esta declaración resume perfectamente la visión de De la Fuente sobre el futuro de la selección española.
El seleccionador apuesta por una renovación generacional basada en el mérito y la progresión natural. Su mensaje es claro: España necesita talentos jóvenes, pero estos deben demostrar su valía de manera consistente antes de asumir responsabilidades en el máximo nivel, según informa Europa Press.
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