El Club Deportivo Mirandés vuelve a apostar por uno de los jóvenes talentos formados en la fábrica de Lezama, cantera del Athletic Club, conocida por forjar generaciones de futbolistas con proyección. En esta ocasión, el protagonista es Jesús Ares Varela, un prometedor jugador que intentará consolidarse en el fútbol profesional tras su cesión al conjunto de Anduva.

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Varela se une a la larga lista de "cachorros" que encuentran una oportunidad en el Mirandés para demostrar su valía en una categoría tan exigente como lo es LaLiga Hypermotion. La estrecha relación entre ambas instituciones ha facilitado en los últimos años el crecimiento de jóvenes valores como Álex BerenguerIñigo Vicente o Oihan Sancet, quienes encontraron en Miranda de Ebro el entorno ideal para crecer sin la presión mediática del primer equipo rojiblanco.

Este mediocampista ofensivo destaca por su visión de juegocapacidad técnica y personalidad dentro del terreno de juego. A pesar de su juventud, ha dejado muestras de su calidad tanto en el Bilbao Athletic como en las selecciones inferiores, lo que le convierte en una apuesta de futuro para el Athletic. Sin embargo, como ocurre con tantos talentos de Lezama, el paso por el Mirandés se convierte en un trampolín clave para ganar experiencia y curtirse ante rivales de mayor entidad.

El Mirandés ha construido en los últimos años una reputación como equipo formador, que no solo obtiene resultados deportivos aceptables, sino que también potencia el talento de jugadores jóvenes procedentes de filiales como los del Real Madrid, Atlético o, en este caso, el Athletic. Bajo la dirección de técnicos conocedores del trabajo con canteranos, se le dará continuidad a su desarrollo con minutos reales de competición, algo que no siempre pueden ofrecer los equipos filiales.

La cesión de Varela supone una oportunidad de oro tanto para el jugador como para el club burgalés. Si su evolución sigue la línea esperada, no solo crecerá como profesional, sino que podría regresar al Athletic como una alternativa real para el entrenador del primer equipo. El club bilbaíno, siempre fiel a su filosofía de apostar por jugadores de la tierra, ve en este tipo de cesiones una parte central de su modelo deportivo.

Con hambre, talento y el respaldo de Lezama, Jesús Varela intentará dar ese importante salto que tantos otros antes que él lograron desde la mirilla de Anduva. El desafío está servido, y el fútbol de Segunda División volverá a servir de escaparate para un nuevo cachorro que no quiere quedarse atrás.

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