Acesa, Asland, Cubiertas, Fecsa, Sarrio... Hoy en día, estos nombres pueden significar poco en el escenario de los mercados financieros en España. Pero hace 25 años fueron protagonistas destacados en uno de los episodios más reseñables en la historia reciente de la bolsa nacional.

El 14 de enero de 1992 vio la luz el Ibex 35 y todas estas empresas formaron parte de su estreno. Desde entonces y a lo largo de un cuarto de siglo, más de 100 compañías han sido parte de un índice que se ha consolidado como referente general del mercado bursátil español y uno de los más relevantes de Europa.

La lista de sus componentes a lo largo de este periodo, seleccionados entre los valores más líquidos (y, por ende, entre los más importantes) del mercado español, ofrece, en cierto modo, una visión de las aventuras y desventuras que ha tenido que encarar a lo largo de estos veinticinco años la economía española y la internacional.

En sus orígenes, el Ibex era fiel reflejo de una economía inmersa en un profundo proceso de ajuste y modernización para lograr la convergencia con los países del entorno europeo. En ella, dos sectores muy regulados, la banca y las eléctricas, tenían un peso muy relevante -ambos representaban más de un 70% del índice- y el sector público estaba muy presente a través de compañías como Telefónica, Endesa, Iberia, Repsol o Tabacalera.

Las 35 empresas presentes en aquellos primeros compases del índice tenían un valor conjunto equivalente a los 51.382 millones de euros. Veinticinco años después, el Ibex 35 ha multiplicado por más de diez su capitalización, unas cifras que hablan a las claras del crecimiento experimentado en este periodo por la economía española y sus empresas y que también se ha reflejado en una revalorización del índice del 255% -un 790% si se tienen en cuenta los dividendos abonados por sus empresas.

Veinticinco años después, el valor de las empresas del Ibex se ha multiplicado por más de diez

Pero el Ibex ha sido igualmente testigo de algunas historias poco exitosas, en muchos casos reflejo de descalabros de carácter global. Así, por ejemplo, a principios del siglo XXI, Terra fue el máximo exponente en el índice del auge y posterior pinchazo del sector de las puntocom. Abandonó los parqués en 2005 con una caída del 74% de su valor en sus seis años de cotización (y un 98% desde máximos).

Años después, el fuerte desarrollo del negocio inmobiliario en España estuvo representado en el Ibex por valores como Fadesa, Metrovacesa o Inmobiliaria Colonial. El ocaso del sector, que tuvo su origen en 2007, supuso también su salida del índice, tras sufrir ingentes caídas en sus valoraciones. Una década después de aquello, el sector empieza a dar señales de resurrección y, de hecho, una compañía ligada al negocio inmobiliario, Merlin Properties, forma parte del Ibex desde finales de 2015.

En estas idas y venidas, que han dado pie a momentos de auge y hundimiento en los parqués, un sector ha logrado mantener casi invariable su preponderancia en el índice selectivo de la bolsa española: la banca. Ya en su origen, Banco Central Hispano, BBV, Santander, Popular, Banesto y Banco Exterior se encuadraban entre los diez mayores valores del índice.

A través de fusiones, Santander y BBVA se erigieron desde 1999 como dos gigantes de la banca

A través de procesos de fusión e internacionalización, el sector financiero ha alumbrado algunas de las mayores compañías del mercado español. En 1999, la unión de Santander y Central Hispano dio origen a la mayor entidad española por capitalización, que hoy es también una de las principales de Europa. Poco después BBV absorbió Argentaria (resultando BBVA), reforzando su posición en la economía española y, por ende, en el Ibex. Ambas firmas, como el resto del sector, vivieron momentos de euforia en los primeros años del siglo XXI, lo que se reflejó en bolsa en los máximos de 2007: Santander y BBVA se habían revalorizado en torno al 70% desde 2000.

La posterior crisis financiera ha tenido un impacto notable en las cotizaciones de la banca, pero apenas ha restado un ápice de su importancia en el Ibex 35. Hoy, Santander y BBVA se cuentan entre las cuatro mayores compañías del índice español y CaixaBank también consigue situarse entre las diez mayores cotizadas. Por detrás, Bankia, Sabadell, Bankinter y Popular contribuyen a hacer del financiero uno de los sectores más determinantes en la evolución de la bolsa española.

Telefónica cede el trono

También Telefónica ha logrado capear los más diversos episodios de tensión desde 1992, manteniéndose como uno de los referentes del Ibex 35. Aquel 14 de enero de 1992, la operadora se destacaba como la compañía más valiosa de la bolsa española. Tres lustros después, y ya como compañía privada, se convirtió en la primera cotizada española en superar los 100.000 millones de euros de capitalización.

Hoy, Telefónica ve lejos aquellos momentos de gloria, pero con un valor próximo a los 50.000 millones de euros resiste como la tercera compañía más valiosa del Ibex.

Su importancia en el mercado español a lo largo de este cuarto de siglo queda refrendada por el hecho de que hasta tres de sus filiales han formado parte del índice: Terra, Telefónica Móviles y TPI. Las cuatro llegaron a coincidir en el índice selectivo entre 2001 y 2003, en pleno desarrollo de las compañías tecnológicas.

El testigo de Telefónica como la empresa más valiosa del Ibex ha sido recogido por Inditex. La compañía textil ha protagonizado una de las más reseñables historias de éxito en el mercado español en los últimos años y ha alcanzado un valor en bolsa cercano a los 100.000 millones de euros. Esto no le vale, no obstante, para erigirse en la compañía con más peso en el índice, ya que la Bolsa establece ajustes en la ponderación de las compañías en función del porcentaje del capital que se negocia libremente en bolsa.

Los sectores de consumo han multiplicado por cuatro su peso en el índice, a costa del energético

El positivo desempeño de Inditex es la cara más visible del auge de los sectores de consumo, que han cuadruplicado su peso en el índice, a costa, entre otros del energético. Firmas como Iberdrola, Endesa o Repsol se mantienen hoy entre las más relevantes del Ibex 35. Y otras, como Gas Natural y Red Eléctrica, que no estaban presentes en los orígenes del selectivo también tiene en la actualidad un peso considerable.

Pero ni siquiera eso es suficiente para compensar que firmas como Cepsa, Unión Fenosa, Catalana de Gas, Sevillana de Electricidad, Fecsa o Hidroeléctrica del Cantábrico, protagonistas de aquel estreno hace 25 años, dejaron hace tiempo de formar parte del Ibex 35. Muchas de ellas han acabado integradas en los principales grupos eléctricos de la actualidad.

Todos éstos no son más que una limitada muestra de los cambios que ha vivido el índice a lo largo de estos 25 años, como reflejo del dinamismo de la economía española. Nombres como Agromán, Áurea Concesiones, Gesa, Picking Pack, Pryca o Zeltia forman parte de la historia del Ibex, como destellos de etapas pasadas en el mercado español. Hoy son firmas como Cellnex, Merlin, Dia o Grifols las que ocupan un lugar en el índice selectivo.

Quiénes serán los inquilinos del Ibex dentro de otros 25 años resulta imposible de prever. Las aventuras y desventuras a las que deba hacer frente el mercado bursátil español dictarán quienes merecen un hueco en el olimpo bursátil de las empresas españolas.