La España del boom del turismo se prepara para un puente de diciembre récord. La ocupación total de los alojamientos turísticos en todo el país para las minivacaciones que se desarrollarán del miércoles al domingo próximos escala hasta el 64,3% de todas las plazas en el país, 15 puntos por encima de la ocupación registrada el año pasado y hasta 19 puntos más que las previsiones que manejaba el sector para el mismo periodo de 2016, según una encuesta realizada por Turespaña para el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital.

Las cifras no son estrictamente comparables, ya que el año pasado los festivos del puente cayeron en martes y jueves (lo que invitaba a estancias de menor duración y repartidas entre dos fines de semana) y la meteorología no fue tan suave como la de este año. Sin embargo, sí sirve para demostrar la tendencia al alza del negocio turístico en España… con excepciones.

Y es que, mientras las previsiones que manejan los hoteleros y gestores de otros tipos de alojamientos (como casas rutales o alojamientos específicamente de esquí) se disparan en todos los destinos, las expectativas en Cataluña –y muy en concreto de Barcelona- se desploman por la tensión política ligada al desafío independentista.

Todas las comunidades autónomas mejoran sus previsiones de ocupación con respecto al año pasado, con la única excepción de Cataluña, donde se espera una ocupación hotelera del 56%, lo que supone tres puntos menos que la ocupación real que se registró en el puente de diciembre pasado y 13 puntos por debajo de las previsiones que los establecimientos manejaban hace un año. Hasta ahora, los hoteles cuentan con reservas para el 44% de sus plazas.

Cataluña se sitúa muy por detrás de las ocupaciones del 88% previstas para Canarias, del 80% en País Vasco, del 77% en la Comunidad de Madrid o La Rioja, o del 73% de Andalucía. Además, Cataluña es la tercera región con peor ritmo de comercialización de reservas, el 44% de las plazas vendidas sólo superan al 40% de Murcia y al 42% de Galicia.

La costa catalana crece, Barcelona se hunde

La caída de la actividad en Cataluña es consecuencia casi en exclusiva del desplome de las previsiones para Barcelona. Y es que los destinos de la costa catalana incluso prevén una mejora del negocio, con una ocupación del 65%, frente al 51% de ocupación final del año pasado y el 58% que  estimaban antes de la llegada de los festivos, según los datos del Gobierno.

El pesimismo del sector turístico en Barcelona parece evidente. De momento, los hoteles de la ciudad sólo han comercializado un 41% de sus plazas (el año pasado en el momento de realizar la encuesta la venta era del 56% de habitaciones), con lo que registra la peor tasa de todas las grandes ciudades españolas.

Y la previsión que manejan los hoteleros pasa por alcanzar una ocupación en el puente de sólo el 52%, lo que la convierte en el único de los grandes destinos urbanos que prevé una caída del negocio este año. En 2016 la ocupación fue el 65% en el puente, y los empresarios preveían que fuera del 70%.

Barcelona, un destino líder a escala global, está sufriendo de manera más intensa la caída del negocio desde el 1-O. El sector está recurriendo a medidas de urgencia para tratar de frenar el desplome de las reservas: la rebaja de sus precios.

Tanto hoteleros como los dueños de pisos turísticos están aplicando rebajas de sus tarifas de entre el 10 y el 15% para estancias en los próximos meses (y también de cara a este Puente de la Constitución, uno de los periodos con mayor demanda del año), según confirman a El Independiente fuentes conocedoras de los datos de ambos sectores de alojamiento.