Economía NUEVO BONO SOCIAL TÉRMICO

El Gobierno garantiza las ayudas a hogares pobres para calefacción aunque no haya PGE

El Ministerio para la Transición Ecológica utilizará fondos no ejecutados en 2018 para financiar el nuevo bono social térmico y así sortear la obligación de que haya una partida en los PGE cada año para ello.

El Gobierno garantiza las ayudas a hogares pobres para calefacción aunque no haya PGE

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. europa press

El Gobierno va a poner en marcha este invierno un nuevo programa de ayudas para la calefacción para hogares pobres. El nuevo bono social térmico contempla ayudas directas -una suerte de cheque, o en realidad una transferencia bancaria- destinadas a financiar el gasto en energía para calefacción, agua caliente y cocina de consumidores vulnerables.

Según establece el propio real decreto con el que se aprobó el bono social, el reparto de las ayudas y su cuantía dependen de que haya cada año una partida en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) reservada para ello. La aprobación de los PGE de 2019 está más que en el aire, con el Gobierno de Pedro Sánchez pretendiendo tramitarlos en enero pero de momento sin apoyos parlamentarios suficientes para sacarlos adelante.

Si no hay nuevos presupuestos para 2019, en principio, el programa de ayudas quedaría en el aire al estar condicionado a la disponibilidad presupuestaria para financiarlo. Sin embargo, el Ministerio para la Transición Ecológica ha decidido garantizar la puesta en marcha de las ayudas con o sin presupuestos.

El departamento comandado por Teresa Ribera ya ha reservado los fondos necesarios (en torno a 100 millones de euros) para repartir las ayudas entre hogares vulnerables. El Ministerio utilizará partidas presupuestarias no ejecutadas en 2018 y las destinará para sufragar el nuevo bono social térmico, según confirman a El Independiente fuentes del sector conocedoras de la decisión adoptada por el Ejecutivo.

La cuantía de la ayuda para calefacción y agua caliente que recibirán cada uno de los hogares dependerá de su grado de vulnerabilidad, de la zona climática es que esté situada la vivienda y del número total de beneficiarios apuntados. La ayuda mínima será de 25 euros para un hogar vulnerable situado en una zona con un clima suave, y el máximo para un hogar con vulnerabilidad severa y ubicado en la peor de las zonas climáticas puede oscilar entre los 130 y los 320 euros en función del número total de consumidores que finalmente perciban el cheque.

El nuevo bono social térmico de momento no cuenta con un presupuesto de gasto total cerrado, pero previsiblemente se situará en el entorno de los 100 millones de euros anuales. El importe final está condicionado al número de beneficiarios que lo soliciten, que tienen que estar recibiendo también el bono social de electricidad a fecha de 31 de diciembre o al menos que hayan tramitado ya su solicitud.

En el real decreto con el que el Gobierno articuló el plan de choque para frenar la subida de la luz y para paliar los efectos del encarecimiento en colectivos vulnerables se establece que las transferencias a los ciudadanos las realizarán las comunidades autónomas, aunque es el Ministerio de Transición Ecológica el que aportará los fondos necesarios para desarrollar el programa vía presupuestos generales del Estado.

Ésa será la fórmula a través de la que se canalizarán las ayudas con carácter general, pero el Gobierno ha buscado un atajo este año para garantizar que las transferencias llegan a tiempo a los beneficiarios y evitar retrasos administrativos que aplacen los pagos más allá del invierno. Con carácter excepcional y por razones de urgencia, el Ministerio para la Transición Ecológica se saltará este año a las comunidades autónomas y realizará directamente los pagos a las familias.

El Ejecutivo no quiere que eventuales problemas organizativos de las administraciones regionales den al traste con el reparto de las ayudas durante el invierno, cuando es precisamente el periodo en que la factura de calefacción se dispara y cuando se hace más necesario ese respaldo público a los hogares vulnerables.

Las grandes eléctricas que ofrecen tarifas reguladas de electricidad (Endesa, Iberdrola, Naturgy, EDP y ahora también Repsol tras la compra de Viesgo) tendrán que enviar al Ministerio antes del 7 de enero el listado de todos sus clientes acogidos al bono social de la luz a 31 de diciembre para que éstos puedan acogerse al bono térmico, y remitirán también antes del 31 de enero otro listado con los usuarios que habían solicitado el nuevo bono de luz a fin de año y aún no se le había aprobado.

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