Trabajadores en el interior de una tienda de La Plaza de Dia.
Dia prepara un ERE para reducir su plantilla. Tal y como adelantaba en la mañana de este viernes el diario El Independiente, el grupo de supermercados ha anunciado su voluntad de registrar un expediente de regulación de empleo que afectará a unos 2.100 trabajadores.
"En el marco y como resultado del proceso de análisis de la situación de las sociedades Dia y su filial Twins Alimentación, S.A. (“Twins”), se ha acordado que se proceda al inicio de un procedimiento legal de despido colectivo para Dia y Twins que contemple la extinción de un máximo de 2100 contratos de trabajo, sujeto al cumplimiento de los requisitos y procedimiento legalmente previstos", ha señalado la compañía en una notificación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La dirección, que trabajaba desde hace meses en el desarrollo de un plan estratégico en el que los ajustes eran un parte esencial "ha acordado que se comunique a los representantes de los trabajadores (o, en su caso, a los trabajadores) la intención de iniciar un período de consultas para el desarrollo del citado despido colectivo en Dia y Twins".
La compañía ya había dejado entrever su voluntad de reducir su red, mediante la venta de negocios como Clarel y Max Descuento, además del cierre de algunas tiendas, lo que se veía como el preludio de una reducción de plantilla que ahora comienza a hacerse efectiva.
El grupo español de supermercados contaba al cierre de 2017 con una plantilla de 42.613 empleados -unos 800 menos que el año anterior-, de los que unos 26.000 estaban localizados en España. Más de 38.000 de estos trabajadores (22.600 en el caso de España) contaban con contratos indefinidos, según los últimos datos publicados por la compañía.
Dia contaba al cierre de 2017 con más de 42.000 empleados de los que 26.000 se ubicaban en España
El anuncio del ERE se produce en un momento especialmente incierto para el futuro de la compañía, en el que al plan de reestructuración diseñado por su dirección se ha sumado desde este martes una propuesta paralela por parte de su principal accionista, el empresario ruso Mikhail Fridman, que parece hacer aún más compleja la salvación de Dia.
Dia ha comunicado este viernes también que cerró el ejercicio 2018 con unos números rojos que superaron los 352 millones de euros, tras sufrir una merma en sus ingresos del 11%.
La ofensiva desatada este miércoles por el principal accionista de la compañía, LetterOne, ha supuesto una nueva sacudida a la situación de una compañía que desde hace varios meses se mueve en el alambre. El brazo de inversión de Fridman no solo lanzó su propio plan de "rescate" de Dia sino que, al mismo tiempo, manifestó su voluntad de oponerse a la ampliación de capital propuesta por la dirección del grupo de supermercados, bloqueando de este modo la hoja de ruta dibujada por el equipo que encabeza De la Cierva.
A este movimiento, el consejo de Dia respondió en la noche del miércoles, resaltando las incertidumbres que rodean la propuesta del empresario ruso y anunciando, al mismo tiempo, el respaldo de los bancos a su plan, plasmado en un compromiso de refinanciación de 765 millones de euros hasta 2023.
La dirección del grupo lleva trabajando desde finales de 2018 en un plan de reestructuración de la compañía que, además de la refinanciación de la deuda y una ampliación de capital para fortalecer la posición financiera, conllevará una serie de ajustes entre los que se incluiría un amplio recorte de personal, siempre que este plan salga adelante pese a la actual oposición de LetterOne.
En este contexto, las acciones de Dia, que reaccionaron el martes con una alza del 63% a la oferta de Fridman, añadieron un día después otra subida del 4,31% que apenas se ha visto limada este jueves con un recorte del 0,47%. De este modo, alcanzan ya un precio de 0,727 euros, un 8,5% por encima de los 0,67 euros ofrecidos por Fridman.
La compañía sigue inmersa en una situación de notable incertidumbre, con dos planes de rescate paralelos
Esta escalada, favorecida por el cierre masivo de posiciones cortas, parece evidenciar la expectativa de que Fridman pudiera acabar mejorando su oferta para alcanzar los niveles de aceptación necesarios o, incluso, que pudiera aparecer un tercer inversor interesado en hacerse con la compañía.
Sin embargo, en el mercado son muchas las dudas que enturbian este hipotético escenario. "Consideramos poco probable, aunque no imposible, el lanzamiento de una OPA competidora mejorada porque los 0,67 euros por acción ofrecidos por LetterOne implican aceptar unos multiplicadores razonables y en línea con los del sector, a pesar de que se trata de compañías sin los problemas estratégicos y financieros que sufre Dia", observan los analistas de Bankinter, quienes también dejan entrever la dificultad de que algún inversor decidiera enfrentarse a LetterOne, que controla ya casi un 30% del capital.
Pero tampoco parece claro el camino para que Fridman pudiera sacar adelante su plan. Como advierten en Alantra, "Letterone deberá obtener la aprobación regulatoria de la CNMV y obtener el apoyo de los bancos prestamistas y no hay certeza de que Letterone obtendrá cualquiera de ellos", en un momento en el que el tiempo juega en contra de Dia.
De hecho en la firma no descartan siquiera que el empresario ruso se viera obligado a retirar su oferta si la CNMV se niega a dar por válida su jugada para evitar pagar los 3,73 euros por acción a los que, a priori, les obliga la ley. Ante la posibilidad de que el supervisor del mercado le fuerce a abonar un precio un 456% por encima del propuesto, "Letterone podría argumentar que Dia está en problemas financieros, pero ya estaba presente en la Junta cuando surgieron los problemas, y Dia ya ha asegurado la suscripción de una emisión de derechos de 600 millones de euros", observan.