Economía

Accionistas de Dia estudian demandar a la CNMV por "plegarse" ante LetterOne

Accionistas de Dia estudian demandar a la CNMV por "plegarse" ante LetterOne

El presidente de la CNMV, Sebastián Albella. Europa Press

Dia disfrutó este martes de una jornada apacible sobre el parqué. Las acciones de la compañía de supermercados remontaron un 5,35% y se situaron al filo de los 0,67 euros que ofrece LetterOne por primera vez en tres meses. El beneplácito que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dio en la tarde del lunes a la última petición del máximo accionista del grupo ha difuminado la amenaza que hace tan solo unos días llevó a muchos inversores a deshacerse de sus títulos a precios hasta un 15% inferiores a los actuales.

La eliminación del requisito mínimo de aceptación permitirá a todo el que lo desee vender sus acciones al fondo del empresario ruso Mikhail Fridman, sin temor a quedar atrapado en una empresa cuyas perspectivas de futuro aparecen cada vez más sombrías. La medida aclara, ligeramente, el camino de una empresa que, según alertaban tanto LetterOne como el propio consejo de administración que dirige Borja de la Cierva, se encontraba sin alternativas viables para solventar su delicada situación financiera y patrimonial.

El próximo 13 de mayo, cuando finalice el nuevo plazo concedido a los accionistas de Dia para dar respuesta a la oferta, LetterOne reforzará su posición como máximo accionista del grupo de distribución -con un porcentaje del capital aún por definir- y tendrá las manos libres para negociar con la banca acreedora la refinanciación de las deudas y, una vez resuelto este punto, ejecutar la ampliación de capital de 500 millones de euros planteada cuando lanzó su oferta.

Los accionistas críticos denuncian que LetterOne es responsable de la mala situación financiera que alega para no mejorar su oferta

Este escenario, tan bien recibido en el mercado, ha resultado, por el contrario, un jarro de agua fría para los accionistas minoritarios de Dia que desde hace semanas se vienen oponiendo de forma activa a la oferta de LetterOne, por considerar que no valora la compañía en su justa medida. Para éstos, con su decisión de este lunes, la CNMV no ha hecho sino plegarse a los objetivos del empresario ruso para hacerse con la empresa de supermercados a precio de saldo.

El organismo supervisor que dirige Sebastián Albella justificaba su decisión, que evita a Fridman ofrecer el "precio equitativo" -que ascendería a 3,73 euros por título-, en el fuerte deterioro económico sufrido por la compañía en los últimos meses, que ha agravado su ya crítica situación. "La CNMV considera acreditado que Dia se encuentra de forma demostrable en serias
dificultades financieras, lo que resulta, en particular, de la información publicada oficialmente por la propia compañía", señalaba el escrito publicado por el organismo, lo que, a su juicio, daría pie a la excepción contemplada en el artículo 9.4.f de la Ley de Opas.

La CNMV también afirmaba en dicho escrito su conformidad con la valoración de los 0,67 euros planteado por el fondo de Fridman como precio equitativo, aferrándose al informe de valoración presentado por la propia LetterOne, cuyas conclusiones habrían sido refrendadas por "un segundo experto externo" al que la institución habría encargado un informe específico.

Estos argumentos, sin embargo, no han sido suficientes para aplacar el enfado de muchos accionistas minoritarios, que estudian la posibilidad de emprender acciones legales no solo contra el consejo de Administración de Dia sino también contra la propia CNMV. "La CNMV ha hecho todo lo que le ha pedido Fridman", lamenta Rafael del Castillo, presidente de la Asociación de Accionistas Defensores de Dia, quien asegura que, llegados a este punto, "a los accionistas sólo nos queda demandar".

Del Castillo, al igual que otros grupos de accionistas consultados por este periódico, considera que la justificación de la CNMV no puede darse por válida, dado que si la empresa se encuentra en una situación delicada se debe, en gran medida, a la acción de la propia LetterOne y sus directivos, que durante 2018 ocuparon puestos en el consejo de Dia durante siete meses, en un periodo en el que la empresa aceleró su deterioro.

Los accionistas críticos señalan que el modus operandi de LetterOne en el caso de Dia recuerda al seguido en otros casos, en los que tras entrar en el capital de una compañía habrían provocado su descalabro, para, a posteriori, quedarse con el control del grupo a precios irrisorios. Un informe elaborado por la Fiscalía Anticorrupción a raíz de la quiebra de Zed, acusaba a Fridman de formar parte de un entramado criminal especializado en provocar la quiebra de empresas para quedárselas después a precio de saldo.

La reciente sentencia que anula el precio de la opa sobre Portland Valderribas sirve de aliento a las expectativas de los posibles demandantes

A los minoristas de Dia les sorprende que, conociendo esto, la CNMV no haya puesto trabas a las maniobras del empresario. Sin embargo, fuentes próximas al supervisor aseguran que su actuación se ha limitado a la aplicación de la normativa vigente sin entrar en consideraciones que quedarían fuera de sus funciones.

En cualquier caso, los accionistas de Dia se encuentran ya y desde hace semanas en contacto con diferentes despachos de abogados en busca de asesoramiento sobre la posibilidad de plantear las diferentes demandas. Como reconoce Del Castillo, entrar en esta vía "es un asunto feo, porque son procesos muy largos", pero, insiste, es la única opción que queda a los accionistas de la compañía para recuperar su inversión.

En respaldo de las expectativas de los minoristas de Dia está la reciente sentencia de la Audiencia Nacional contra FCC y la CNMV por el que anulaba el precio de la opa de exclusión de Portland Valderribas, al considerar que el precio equitativo no había sido correctamente calculado. Este caso, que ha estado conducido por el despacho Cremades & Calvo Sotelo, ha sido recurrido tanto por FCC, la matriz de Portland, como por la CNMV, ante el Tribunal Supremo, y aunque las diferencias con el caso de Dia son evidentes supone una evidencia de que la lucha en los tribunales puede dar resultados.

Salir de la versión móvil