La última fotografía que trascendió en la prensa madrileña sobre Jaume Giró tiene un cierto componente poético. Apareció el pasado 27 de noviembre y se tomó durante un acto de la organización Corporate Excellence, que preside el propio Giró. A su lado, figuraba Iván Redondo, asesor áulico de Pedro Sánchez y quien hace las veces de valido en Moncloa. Estos dos hombres son más conocidos en el mundo periodístico y empresarial que entre el gran público, pero su peso específico en la toma de decisiones es, sin embargo, enorme.

Giró ha aglutinado un gran poder en la Cataluña de la última década. Principalmente, porque durante la mayor parte de este tiempo fue la mano derecha de Isidro Fainé, es decir, del presidente de Criteria Caixa, uno de los tres tótems de esta comunidad autónoma, junto con el F.C. Barcelona y la virgen de Montserrat.

Pertenece a la estirpe de asesores presidenciales con verdaderos galones, cada vez con menos efectivos en sus filas, y que en la historia reciente cuenta con nombres como el de Luis Abril, cuya labor de intendencia fue clave tanto para Emilio Botín (Santander), primero, como para César Alierta (Telefónica), después.

La pasada primavera, la hija de Giró contrajo matrimonio en el municipio gerundense de Calella de Palafrugell (Gerona). Al acto, acudieron algunas de las figuras políticas y empresariales que más altas cotas han alcanzado en la España de los últimos años. Desde José Luis Rodríguez Zapatero hasta Miquel Roca. Desde Florentino Pérez hasta Pere Aragones. Desde Sol Daurella –presidenta de Coca Cola European Partners- hasta Josep Sánchez Llibre –presidente de Foment del Treball, con el que mantiene una relación fluida-. Desde el conde de Godó hasta Javier de Paz, consejero de Telefónica.

Entonces, los rumores sobre su salida del imperio de Criteria Caixa eran incesantes. Y, de hecho, su marcha se apalabró durante el verano. Aun así, al enlace matrimonial de su hija acudieron varios de los rostros más representativos de la comunidad catalana.

Un gran poder

Giró ha comandado durante los últimos años la Fundación La Caixa, una de las organizaciones de este tipo con más presupuesto en Europa. En el comunicado que ha difundido la entidad este jueves –después de que Crónica Global adelantara la noticia-, se justifica su marcha en el expreso deseo personal de Giró (1964). “Siento la necesidad de hacer un alto en el camino. Quiero dedicar un tiempo a repensar mi orientación profesional y de servicio a la sociedad”, expresaba a través de la nota informativa.

En el texto, tanto Giró como Fainé se dedicaban palabras de aprecio y agradecimiento. Sin embargo, las varias fuentes consultadas por este periódico inciden en que su relación se había deteriorado considerablemente durante los últimos tiempos. Una fuente interna de CaixaBank apunta a que el desgaste suele ser habitual en los entornos en los que se aglutina tanto poder y se trabaja con esa presión.

Para entender estas diferencias hay que comprender también el contexto de la Cataluña actual, donde nada ni nadie escapa a la agitación política.

Para entender estas diferencias hay que comprender también el contexto de la Cataluña actual, donde nada ni nadie escapa a la agitación política. Ni siquiera el buque insignia del sector económico. De hecho, CaixaBank trasladó en octubre de 2017 su sede a Valencia, la de su fundación y el holding Criteria, a Palma de Mallorca.

Es cierto que Fainé realizó algún gesto público en el pasado que estuvo relacionado con la situación política. De hecho, su firma apareció en la famosa carta que los Lara, los Carulla o los Godó rubricaron en 2005 para reclamar una solución a la polémica que despertó el Estatut. Sin embargo, la intención de la entidad ha sido que el conflicto político no afectara al negocio. Y uno de los aspectos que causó ciertas reticencias en el CaixaBank fue la relación fluida que mantuvo Giró con Artur Mas, sin que importara que su gobierno hubiera pisado el acelerador hacia la independencia.

El independentismo que todo lo invade

Fuentes de la Fundación La Caixa también reconocen que el destino de algunos de los fondos de esta organización –dirigida por Giró- causó fricciones entre Fainé y su ‘mano derecha’.

Esta organización contó en 2018 con un presupuesto liquidado de 498,4 millones de euros. Ese año, sus fondos sirvieron para realizar 50.000 actividades, “con un total de 14,9 millones de beneficiarios en el mundo, 11,4 de ellos en España”, según figura en sus informes de cuentas. Esto da una idea de la dimensión de esta Fundación y del poder de quien controla sus fondos.

La influencia de Criteria Caixa en los medios de comunicación de Cataluña ha sido y es muy significativa. No sólo como anunciante y entidad bancaria, sino por la relación que mantiene con varias de estas empresas

La influencia de Criteria Caixa en los medios de comunicación de Cataluña ha sido y es muy significativa. No sólo como anunciante y entidad bancaria, sino por la relación que mantiene con varias de estas empresas. Sirva como ejemplo que el propio Javier Godó forma parte del Patronato de la Fundación. Giró ha sido su director general, pero anteriormente fue el director ejecutivo de comunicación. Esto siempre genera amistades necesarias. También dependencias. De esa relación con los medios y de determinadas informaciones que se difundieron en algunos momentos críticos, también surgieron desconfianzas en las Torres Negras de la Diagonal.

Fainé –presidente de la Fundación- aseguraba en el comunicado que se ha publicado este jueves lo siguiente: “Giró ha dirigido con acierto la Fundación Fundación Bancaria La Caixa, preservando nuestra esencia y nuestra misión, durante unos años de gran intensidad y complejidad. Ha sido un magnífico broche a 30 años de trayectoria profesional en grandes empresas del Ibex en las que La Caixa ha tenido un papel relevante. Ésta siempre será su casa”.

Era el punto final a una etapa profesional en la que el contexto no ha sido especialmente fácil. Y eso ha provocado un desgaste en esa relación que, evidentemente, se ha omitido en la información corporativa.

La última fotografía que trascendió en la prensa madrileña sobre Jaume Giró tiene un cierto componente poético. Apareció el pasado 27 de noviembre y se tomó durante un acto de la organización Corporate Excellence, que preside el propio Giró. A su lado, figuraba Iván Redondo, asesor áulico de Pedro Sánchez y quien hace las veces de valido en Moncloa. Estos dos hombres son más conocidos en el mundo periodístico y empresarial que entre el gran público, pero su peso específico en la toma de decisiones es, sin embargo, enorme.

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