El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha descartado este martes que el Gobierno esté pensando en imponer multas a las empresas que abusen de los contratos temporales, como posible forma de desincentivar este tipo de contratación y empujar a que solo se utilice por causas concretas.

"No estamos hablando de multas. Nosotros creemos mucho más en que los cambios de comportamiento de los agentes económicos tienen que ver en gran medida con el marco de incentivos y desincentivos a los que se enfrentan, y en el diseño de esos incentivos", ha respondido Escrivá a la pregunta de un periodista. El ministro ha explicado en rueda de prensa las partes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que tienen que ver con su cartera.

Lo que sí hará será aumentar y rediseñar los desincentivos a esos contratos de corta duración, aunque no ha dado más detalles al respecto porque ha asegurado que aún se están diseñando. Solo ha apuntado que el incremento de esa cotización será progresivo. En el Plan ya se incluía realizar un seguimiento a las bonificaciones e incentivos a la contratación.

"Hay un elemento cultural y un elemento de abuso del sistema de Seguridad Social", ha afirmado. "Tenemos que rediseñar los desincentivos al uso de los contratos de muy corta duración", ha añadido, reconociendo que los que existen actualmente tienen la sensación de que "no funcionan bien". "Tiene que ser más intenso y estar mejor diseñado".

Así, uno de los objetivos del Gobierno es reducir la contratación temporal, como ha incluido en el componente número 23 (Nuevas políticas públicas para un mercado de trabajo dinámico, resiliente e inclusivo). En él también aboga por la simplificación de contratos, generalizando el indefinido, y por el correcto uso de los contratos de formación.

1 de cada 5 contratos duran un día

En la reforma número 4 de dicho componente se explica cómo el Ejecutivo busca "devolver al contrato temporal la causalidad que se corresponde con la duración limitada" ya que, según los últimos datos disponibles, en 2019 1 de cada 5 relaciones laborales duraron un día, más de un tercio del total duró solo 5 días o menos (por el "efecto viernes", los contratos que empiezan en lunes y terminan en viernes) y 3 de cada 5 duraron un mes o menos.

En total en 2019 se produjeron 27 millones de bajas en la Seguridad Social. Además, solo el 44% de los contratos tuvieron una duración mayor a 30 días (entre la alta y la baja), por lo que el 66% duraron menos de un mes.

Este lunes también la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, insistió en que las cifras de temporalidad en nuestro país "no se pueden extender más". "La excepción va a ser la temporalidad en el empleo", fue rotunda Díaz.

Ahora mismo, a los empresarios que abusan de contratos de corta duración se les incrementan las cotizaciones un 40%, pero tanto Escrivá como Díaz han reconocido que no está funcionando esa medida, porque la contratación de lunes a viernes sigue estando muy extendida.