Telefónica ha dado un paso de gigante para adquirir los activos de la compañía brasileña junto a Claro y Tim. Dicha operación está tasada en unos 2.700 millones de euros y las tres operadoras llegaron a un acuerdo para adquirir Oi, tras entrar en concurso de acreedores. 

A Telefónica, le corresponden 10,5 millones de clientes, 43MHz de espectro con contratos de uso de 2.700 emplazamientos de acceso móvil a cambio de un pago de 5.500 millones de reales (921 millones de euros).

Una vez que el regulador brasileño ha dado luz verde a la operación, la compañía española está a la espera de que el Consejo Administrativo de la Defensa Económica (CADE), que ya emitió un informe preliminar en el que abogaba por aprobar la compra con condiciones. 

Estos compromisos a cambio de la luz verde que deberían asumir Telefónica y sus rivales son de tipo mayorista, como alquilar espectro o acuerdos de roaming para otros operadores.

Esta operación se encuentra dentro de la estrategia de Telefónica. Su hoja de ruta está marcada desde hace varios años, la operadora se apoya en cuatro mercados, uno de ellos Brasil. Una vez que se cumplan todos los condicionantes, la empresa de telecomunicaciones tendrá que pagar 900 millones de euros y tendrá una cartera de unos 10 millones de clientes.