La tasa de ahorro de los españoles durante la pandemia llegó a cifras récord. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, la tasa cerró 2020 por encima del 10%. Sin embargo, cuando las restricciones se relajaron, los hogares españoles situaron ese ahorro en el 8,8% en el segundo trimestre de 2021, tras cinco trimestres consecutivos por encima del 10%, pero las familias en España consiguieron cerrar el 2021 con una tasa del 11,4% de su renta bruta disponible.

La riqueza financiera neta de las familias españolas e instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (ISFLSH) se situó en 1,92 billones de euros en 2021, lo que supone un aumento del 9,4% en tasa interanual, según las cuentas financieras publicadas por el Banco de España este martes, que reflejan también un ligero aumento de la deuda de los hogares, aunque su peso sobre el PIB se moderó al 58,4% del PIB, frente al 62,4% de un año antes.

Sin embargo, la inflación disparada (en marzo se situó en el 9,8%) y la incertidumbre creada por la guerra en Ucrania hace que los españoles recurran a lo ahorrado durante la pandemia. De hecho, los expertos calculan que la capacidad de ahorro de se reduzca a casi la mitad debido al impacto, sobre todo, de los precios altos. Funcas prevé que esa tasa de ahorro sea del 6,9% de la renta bruta. Una tasa que se registraba durante los años de la crisis entre 2012 y 2018, ya que se favorecía al consumo en detrimento del ahorro.

Mª Jesús Fernández, economista senior de Funcas, apunta que todavía no hay datos de cómo se puede estar comportando el ahorro, pero lo que sí que se sabe es que durante todo 2021 se siguió acumulando ahorro por encima de lo habitual, siguió siendo superior a la media desde que se inició la recuperación.

María Romero Paniagua, socia directora de Economía en Analistas Financieros Internacionales (AFI), explica que lo que se está viendo en los últimos meses es un recurso a ese ahorro para financiar el consumo. No obstante, matiza que el consumo no ha crecido lo suficiente todavía para recuperar el nivel previo a la pandemia, por lo que considera que la inflación tan elevada y el conflicto bélico hará que el crecimiento de ese consumo no sea tan alto como se esperaba.

“El incremento de precios que están sufriendo los hogares hará que se vaya apelando al ahorro para poder financiar el gasto”, apunta Romero. Y añade que si la inflación se mantiene mucho más en el tiempo sí que empezará a afectar más seriamente a la decisión de gastos. Aunque reconoce que hay algunos gastos que se ya se están restringiendo como las matriculaciones de turismo: “Hay menos disposición de los hogares a desembolsar más dinero”.

Fernández explica que no se puede hacer una comparación de la situación actual con alguna histórica, ya que desde que se introdujo el euro se ha vivido economías con inflación reducida. Las tasas similares a las actuales se pueden encontrar en los años 80, pero no se pueden comparar y es que añade que “partimos de una situación anómala como es la salida de una pandemia”.

Tal y como señala la economista de Funcas, el consumo todavía se está normalizando, ya que no ha vuelto a niveles prepandémicos. “Hay dos tendencias claras: la normalización del consumo y el aumento del gasto por la elevada inflación”, apunta María Jesús Fernández.

Para la economista, los españoles han sabido ahorrar durante la etapa de recuperación, ya que según apunta el crecimiento económico ha sido “bastante sano, nada que ver con lo de antes de la gran recesión”. Así, destaca que no ha habido sobre endeudamiento, “de hecho, se ha ido reduciendo”.

De esta manera, las finanzas saneadas de hogares y empresas han hecho que el consumo siguiera creciendo e incluso con un ahorro. Ahora los españoles están frente a un escenario de pérdida de poder adquisitivo, pero Fernández asegura que el consumo va a seguir creciendo por la bolsa de ahorro y la situación económica saneada. Sin embargo, lamenta que el consumo no va a crecer como se preveía.