España llega a las elecciones europeas de 2024 siendo el país que más vio crecer su producto interior bruto en 2023 y con una inflación superior a la que registra la media de los países de la Unión Europea. Además, en materia salarial y de trabajo, los resultados dejan en peor lugar a nuestro país. La tasa de paro es la más alta de las grandes economías del euro y los salarios están por debajo de la media, al tiempo que suben los precios, lo que nos sitúa como el cuarto país con más población en riesgo de pobreza o exclusión social.

Si la pandemia obligó a la Unión Europea a trazar una estrategia común para hacer frente al virus, la invasión rusa de Ucrania fue la continuación de un reto de prácticamente la misma magnitud para los estados miembros. Además de las graves consecuencias humanitarias, la guerra desencadenó una crisis energética en el viejo continente, dependiente del gas ruso, que elevó la inflación que ya había empujado la recuperación del consumo y de la actividad, tras las restricciones frente al coronavirus.

Tres años después del estallido de la guerra y diez subidas de los tipos de interés por parte del BCE han logrado reconducir la senda de los precios, aunque de forma desigual en las economías europeas. En el caso de España, y teniendo en cuenta el índice de precios armonizados que publica Eurostat, en abril la tasa fue del 3,4%. Esto sitúa a la inflación española por encima de la de Grecia, Portugal y también de la italiana y francesa.

La inflación llegó a superar el 10%, pero la relajación de los precios energéticos y las rebajas fiscales impulsadas por el Ejecutivo han permitido a España reducir el nivel del índice de precios al consumo (IPC), sin embargo, continúa por encima del 2%, donde el BCE sitúa el nivel de estabilidad de precios. Lo que viene a continuación es un repaso a dónde se sitúa España en comparación con el resto de la UE a dos semanas de los comicios.

Salarios

Los salarios de los españoles son una variable que está muy ligada al avance de los precios. Los sueldos reflejan la diversidad de cada país miembro de la UE, por tanto la comparativa debe tomarse con cuidado. Según datos de Eurostat, el salario medio en la UE es de 24 euros por hora, aunque Luxemburgo lidera la tabla con un salario de 47 euros por hora, más del doble que el español, y otros como Polonia se encuentran en la parte baja de la tabla, con sueldos de menos de 12 euros la hora. Los españoles perciben un salario medio por hora de 18 euros. 

¿Son bajos, son altos estos salarios? Esa comparativa tiene más sentido si se hace teniendo en cuenta qué pueden pagar esos salarios. La última Encuesta de Condiciones de Vida que publicó en febrero el Instituto Nacional de Estadística (INE) reveló que España es el cuarto país de la UE con más población en riesgo de pobreza o exclusión social (26,5%) solo por detrás de Rumanía, Bulgaria y Grecia. Aquí no solo juega un papel muy relevante la inflación, sino también el precio de bienes como la vivienda.

La misma encuesta mostró que el año pasado España fue el país con más inquilinos en riesgo de pobreza o exclusión social (45%), muy por encima del resto de grandes economías como Italia (36%), Francia (32%), o Alemania (28%). Los datos revelan que la inflación ha elevado la pobreza en España incluso por encima de las cifras de la crisis financiera. Además, más de la mitad de los jóvenes se encuentran en riesgo de pobreza (27%) y la tasa de los que no pueden permitirse calentar su casa se ha triplicado respecto a antes de la pandemia (23%).

Empleo

El empleo es el talón de Aquiles de la economía española. Pese al resto de buenos datos macro, pese al inesperado crecimiento que viene registrando el mercado laboral durante los últimos años y pese a la reforma de 2021 -y la destrucción de empleo que muchos esperaban que provocase-, España continúa situado como el país con más paro de la UE, por encima incluso de Grecia. Las cifras son indiscutiblemente buenas pero la situación de partida, que se arrastra desde la crisis financiera, impide que cualquier mejora nos sitúe en niveles siquiera cercanos a los de los países de nuestro entorno.

Este gráfico es muy descriptivo. España ahora duplica la tasa de paro de la eurozona (con un 12%) y está muy por encima del resto de grandes economías europeas, que en el peor de los casos no llegan al 8% (Italia y Francia). El FMI prevé que a finales de este año seamos el único país del euro con una tasa de desempleo de doble dígito. Y la tendencia parece difícil de revertir a medio plazo: aunque el Gobierno ha prometido reducir el paro por debajo del 11% en 2025 e incluso alcanzar el pleno empleo al cierre de la legislatura, la Airef lo ve inviable. Según sus últimos cálculos, la tasa de paro seguirá por encima del 10% en 2028, en parte por el crecimiento de la población activa.

Crecimiento económico

Pese a registrar una tasa de desempleo muy alta, la creación de puestos de trabajo ha impulsado el crecimiento económico en España, especialmente después de la caída en 2020, el peor año de la pandemia. Entonces, el producto interior bruto (PIB) cayó un 11,2%, siendo la economía más afectada por la crisis sanitaria. No obstante, el PIB se ha ido recuperando y en 2023, la española fue la gran economía europea que más creció: un 2,5%.

La recuperación económica tardó más en llegar a España que a otras economías del Euro, pero una vez superado el PIB previo a la pandemia, las previsiones económicas dejan en muy buen lugar a nuestro país. Se espera que este 2024 también lidere el crecimiento, sobre todo debido al consumo privado. Sin embargo, el hecho de que otras economías cercanas tengan peor comportamiento acabará lastrando a España y a sus exportaciones y el avance del PIB será inferior en 2025, según la Comisión Europea.

Deuda

El crecimiento del PIB ha permitido que la deuda pública se haya reducido en relación al mismo sin haber reducido el gasto. Esta es una de las máximas que ha defendido el Ejecutivo, que se puede conducir a la economía hacia la sostenibilidad sin renunciar a las políticas sociales. No obstante, la deuda pública superó el 107% del PIB en 2023 y España fue la cuarta economía de la Unión Europea más endeudada, después de Grecia, Italia y Francia.

En 2019, cuando empezó la anterior legislatura europea, España ocupaba el mismo puesto, era el cuarto país más endeudado. Es decir, además del esfuerzo presupuestario que supuso la pandemia y que llevó a la deuda pública a batir récords, cabe señalar que ya se partía de un punto muy elevado. Entonces, la deuda representaba el 98,2% del PIB.

Las previsiones estiman que la deuda pública continuará superando el 100% del PIB en los próximos años. Sin embargo, si se cumplen los pronósticos, España cumpliría con las nuevas reglas fiscales que exigen una reducción de al menos un punto porcentual para aquellos estados miembros que tengan una deuda superior al 90%. En esta situación se encuentran 5 países además de España: Grecia (161,9%), Italia (137,3%), Francia (110,6%), Bélgica (105,2%) y Portugal (99,1%).