Es una de las vías de financiación de la guerra de Putin en Ucrania. La exportación de gas ruso a decenas de países le reporta al mandatario miles de millones de euros cada mes. De poco han servido los paquetes de sanciones económicas aprobados por la Unión Europea. Hasta el momento, Rusia no parece tener prisa por terminar el conflicto. Tampoco muestra signos de debilidad económica para precipitarlo. Desde que se inició la guerra han sido 17 los paquetes de sanciones aprobados. El 18ª Ursula von der Layen quiere aprobarlo situando precisamente la presión sobre la exportación de gas ruso. Y en este juego de sanciones por un lado y compras por otro, España no se queda atrás. Desde que en febrero de 2022 se inició la invasión rusa sobre territorio ucraniano, nuestro país no sólo no ha reducido la compra de gas ruso sino que la ha incrementado en un 29%.
Los últimos datos oficiales confirmados por Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) muestran cómo el año pasado España se convirtió en uno de los principales compradores de gas a Rusia. Si en 2022, año en el que se inició la guerra, comprábamos 56.021 Gwh, en 2024 esa cifra se incrementó un 29,1%, hasta los 72.360 Gwh. Más aún, Rusia se convirtió el año pasado en nuestro segundo proveedor de gas, tras Argelia y por encima de los EEUU, que hasta entonces habían ocupado ese lugar.
El gas ruso que llega hasta España lo hace a través de buques metaneros. El 100% del gas ruso que compramos es GNL (Gas Natural Licuado), al contrario que Argelia, donde apenas el 20% de lo que le compramos es GNL. La inmensa mayoría del gas argelino llega a través del gasoducto que comunica este país con España.
Las sanciones aprobadas en estos años por Europa han tenido un lado oscuro que ha logrado sortearlas. En gran medida, lo han hecho sin que los controles de los estados europeos pusieran mucho celo en su cumplimiento. No en vano, la UE se ha convertido en estos dos últimos años en el principal cliente de Rusia en la compraventa de gas. Según datos del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA), en abril de este año la UE volvió a ser el principal comprador del GNL ruso. Adquirió nada menos que el 50% del GNL exportado por Rusia.
Buques 'fantasma' para sortear las sanciones
Entre esos compradores se sitúa España. Los informes del CREA subrayan que la utilización de los llamados buques “fantasma” o en la “sombra” han sido una de las vías principales para sortear las sanciones y lograr comercializar el gas. Se trata de viejo buques rusos que comercializan el producto con terceros países no sometidos a sanciones y que desde ahí posteriormente se remiten a los estados europeos. De este modo se camufla el origen real del petróleo o el gas.
El CREA estima que desde el inicio d la guerra en Ucrania, febrero de 2022, y hasta febrero de este año sólo España habría comprado GNL por valor de 8.900 millones de euros. Pese a que la actividad ha caído respecto a la que se producía antes de la invasión, se mantiene. En 2022 las compras por parte de nuestro país, según este centro, alcanzaron los 4.077 millones, cayó a los 2.621 millones al año siguiente y rondó los 2.005 millones de euros el año pasado.
El pasado miércoles el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró que no se puede reprochar al Estado la compra de gas sino “a las empresas, que son las que lo compran”. En el conjunto de la UE, España, Francia y Bélgica aparecen como los principales compradores de GNL ruso, con el 87% del total.
Más renovables, menos gas
Ahora la UE trabaja para acordar un nuevo paquete de sanciones, en este caso para frenar esa comercialización de gas. El plan pasaría por prohibir la reparación del gasoducto Nord Stream, que comunica Rusia y el continente, dañado tras sufrir un sabotaje en septiembre de 2022.
La apuesta por las energías renovables provocó el año pasado un descenso en la demanda de gas. Para la generación de electricidad se requirió un 21,9% menos que un año antes, compensada levemente por un repunte del 3,2% en el uso convencional del gas en industrias y hogares. El gas que se emplea en nuestro país es fundamentalmente argelino y ruso, pero no sólo. El mercado gasista español compra en hasta 14 países, con EEUU y Nigeria como otros dos de los mercados relevantes.
El 60% del gas llega en grandes buques metaneros. Porcentaje que llegó a representar el 71% del total de gas del que nos abastecíamos. El año pasado descargaron en nuestros puertos 211 buques de GNL, una cifra significativamente inferior a los 299 del año anterior o los 338 de 2022. El resto del gas procede vía gasoductos, casi el 40%.
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