Nuevos cambios de calado en la estructura organizativa del Banco de España. José Luis Escrivá prosigue la remodelación interna de la institución. Apenas unos días después de la dimisión del director general de Economía (el jefe del servicio de estudios), Ángel Gavilán, el consejo de gobierno ha aprobado mandar a su hasta ahora número dos, Carlos Thomas, a la dirección de Estabilidad Financiera.
Gavilán, nombrado bajo el mandato del anterior gobernador Pablo Hernández de Cos, decidió saltar del barco tras presentar el primer Informe Anual de la etapa de Escrivá. A diferencia de anteriores ediciones, las referencias y el análisis del impacto de las políticas del Gobierno brillaban por su ausencia. A lo largo de los últimos años, de ese departamento habían salido críticas a las subidas del salario mínimo, el problema de la vivienda o la reforma de las pensiones que diseñó el propio Escrivá desde la cartera de la Seguridad Social.
Según diversas informaciones, el exministro estaría estudiando además dividir entre Madrid y Barcelona a la plantilla de cerca de 200 trabajadores del servicio de Estudios. El espacio que quede libre se destinaría a hacer un museo para exponer las obras de arte del banco.
Fuentes oficiales dicen que los planes se limitan a crear su centro de innovación en Barcelona. Para ello, la institución ha abierto una convocatoria de científicos de datos ya cerrada que prevé que se ocupe por personas que tengan destino en Barcelona. "No hay ningún plan más allá de este previsto, ni en el plan estratégico ni en la reestructuración aprobada este lunes", zanjan las citadas fuentes al se preguntadas por el creciente nerviosismo interno.
A la espera del proceso selectivo para cubrir la vacante de Gavilán, el consejo de gobierno de la institución también ha nombrado como director general adjunto de la dirección general de Economía a Galo Nuño, hasta ahora director general adjunto de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución. Nuño era previamente responsable de la División de Política Monetaria y Mercados de Capitales dentro de Economía.
La dirección del Banco defiende el nuevo esquema contemplado en el plan estratégico a 2030. Se trata de "un modelo matricial en el que, junto a las dependencias jerárquicas tradicionales, se añaden dependencias funcionales articuladas a través de personas que fomentarán la interrelación y permitirán explotar al máximo las sinergias identificadas".
Uno de los cambios en la división de Estudios supone desgajar la unidad de Análisis e Inteligencia de Mercados, que pasa a depender ahora de la dirección general de Operaciones, Mercados y Sistemas de Pagos. La dirección general que pilotaba Gavilán se queda con solo dos áreas. Una de "Análisis de la Economía Española" y otra de "política Monetaria y Economía Internacional". Al frente de ambas estarán los directores Enrique Moral y Javier Pérez, respectivamente. Los puestos de subdirector de ambas están vacantes.
La estructura de Economía ha ido menguando en efectivos desde la llegada de Escrivá al palacio situado en Cibeles. Tras acceder al puesto directamente desde el Consejo de Ministros, el gobernador ya aplicó recortes en tareas de estadística y difusión de la información económica, que se trasladaron a la dirección general de Relaciones Institucionales y Estrategia.
Esta última está pilotada por la directora general Eva Valle, ex jefa de la Oficina Económica de Moncloa bajo la presidencia de Mariano Rajoy. A ella le atribuyen una influencia cada vez mayor en Alcalá 48 junto a la directora general de Estrategia, Personas y Datos, Mayte Ledo, ex secretaria de Estado con Escrivá como ministro. Ambas han sido nombradas ya bajo el mandato de Escrivá.
"Sensibilidades diversas" sobre el informe anual
La institución ha querido salir al paso de las informaciones publicadas tras la dimisión de Gavilán, acerca de las presiones para modificar el informe anual y hacerlo más amable con las políticas del Ejecutivo al que Escrivá perteneció hasta hace unos meses. En un comunicado, el Consejo de Gobierno del Banco de España ha reconocido que ha habido "sensibilidades diversas" dentro del órgano respecto al enfoque del informe anual.
Los miembros del órgano de gobierno de la entidad habrían manifestado que el borrador no recogía un análisis suficientemente detallado del impacto de la amenaza arancelaria de Estados Unidos sobre la economía internacional y española. Por ello, se decidió retrasar la fecha de publicación del informe del 28 de abril al 20 de mayo.
"El debate también incorporó otras cuestiones incluidas en la propuesta de informe; en este debate, los miembros del Consejo mostraron sensibilidades diversas ante las mismas, dada la pluralidad de opiniones que representan", remata la nota, sin dar más detalle de qué otros puntos generaron fricciones internas.
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