Desde la pandemia, España se ha ido convirtiendo en el líder europeo de la recuperación económica. En 2024, el PIB fue del 3,2%, el más alto de la Unión Europea y una décima por debajo del PIB mundial. Estos resultados se han producido gracias a la fortaleza de la demanda interna, la bajada de los tipos de interés —en un entorno de moderación de la inflación— y por el aumento de la población y del empleo.

En este sentido, el mercado laboral no ha dejado de marcar cifras históricas. El número de afiliados medios a la Seguridad Social se ha situado en abril en 21.588.639 cotizantes, las mujeres han representado el 47,4% del total —suponiendo un máximo histórico de 10.238.541 cotizantes— y la tasa de paro se ha reducido hasta el 10,6% a cierre de 2024, su menor cifra en 17 años. Otra cifra récord es el gasto en las prestaciones por desempleo, que se han elevado un 19% desde 2020. Además, para 2024 la cuantía media se ha situado en los 983,8 euros, la más elevada desde 2010 según la Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral de España 2024 que ha publicado este miércoles el Consejo Económico y Social (CES).

Entre 2010 y 2016, la cuantía media de la prestación por desempleo experimentó una caída progresiva, pasando de los 842,3 euros en 2010 a los 800,4 euros en 2015, en pleno periodo de políticas de austeridad derivadas de la Gran Recesión. Esta etapa estuvo marcada por altas tasas de paro, pero con una contención del gasto público que afectó también a las prestaciones. Desde 2016 hasta 2020, la cuantía se mantuvo relativamente estancada pese a la recuperación económica, desde los 800 euros —el menor dato de la serie— hasta los 826,6 euros en 2020.

Desde 2021 y especialmente tras la reforma laboral de Yolanda Díaz, se ha transformado radicalmente la tendencia con un aumento significativo en la cuantía media. En concreto, entre 2022 y 2023 se ha recogido el mayor incremento (7,4%), desde los 892,9 euros hasta los 958,6. Entre estos años, se produjeron importantes circunstancias político-económicas. La subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) desde los 1.000 euros mensuales hasta los 1.080 en 2023, la inflación disparada y la reforma laboral de 2022.

Estos tres factores han sido determinantes para que haya aumentado de esta manera la cuantía media por prestaciones al desempleo. Y es que, en 2024 pese a que el paro se ha reducido un 0,08% desde 2023, también se ha incrementado un 0,7% el número de personas beneficiarias de prestaciones por desempleo, es decir se ha elevado la tasa de cobertura. Esta tasa representa el porcentaje de población desempleada que recibe protección por desempleo en relación con el total de población susceptible de ser protegida.

Así, en 2024 la tasa de cobertura ha alcanzado el 72,4%, lo que ha representado un incremento interanual de 4,1 puntos porcentuales respecto del año anterior. Además,"exceptuando la pandemia, esta es la tasa de cobertura más alta desde 2011", ha señalado en su Memoria el CES.

Impacto por grupos de edad

Este aumento de la tasa ha afectado de forma heterogénea entre los diferentes grupos de edad. Lo más característico, y que se ha mantenido como una constante en los últimos años, ha sido que la protección contributiva se ha concentrado entre las personas menores de 50 años, "mientras que las personas de más de 50 años han sido, en su mayoría, beneficiarias de prestaciones no contributivas", han expuesto desde el Consejo.

Dado que uno de los grandes retos del mercado de trabajo en España es el desempleo de larga duración, especialmente a partir de ciertas edades, el CES ha considerado que la última reforma en el subsidio tendrá un impacto significativo en los mayores de 45 años, "mejorando el esquema de sostenimiento de rentas a partir de estas edades", en paralelo a la mejora de las políticas activas de empleo dirigidas a estos grupos de edad.

No obstante, "el panorama es menos optimista para los mayores de 52 años", han concluido los expertos. Sus proyecciones muestran que las cuantías destinadas a este grupo no han sido objeto de reforma en la norma citada. Como resultado, el importe dirigido a esta modalidad de subsidio ha quedado "rezagado" en comparación a otros colectivos en situación de desempleo.