El gobernador del Banco de España defendió este lunes a capa y espada el cambio de orientación que quiere imprimir a los análisis del supervisor. Tras la polémica por la ausencia de referencias a la sostenibilidad de las pensiones en el último Informe Anual, José Luis Escrivá marcó nuevas "líneas rojas" para su servicio de estudios. "Y no voy a hablar de Salario Mínimo", espetó a los diputados de la Comisión de Economía del Congreso, tras ser cuestionado por la nueva estrategia.
"Yo no tengo legitimidad democrática para opinar sobre temas de redistribución de renta. Entrar en la composición del gasto o del ingreso es algo que los bancos centrales no hacen", abundó tras las críticas vertidas por diputados de PP y Vox sobre el contenido del último informe anual, tras cuya presentación anunció su dimisión el economista jefe de la entidad, Ángel Gavilán.
Escrivá se empleó a fondo en negar cualquier tipo de presión hacia quien hasta ahora pilotaba el que se dice que es uno de los servicios de estudios más grande del país, con al menos 160 empleados. "No somos tertulianos. Los bancos centrales no estamos para entrar en todos los temas de debate público. Las recomendaciones se las dejamos a otros", aseveró el exministro.
En 2021, el Banco de España emitió un documento de 47 bajo la fórmula de 'Documento Ocasional', en el que analizaba la medida bajo el título Los efectos del salario mínimo interprofesional en el empleo: nueva evidencia para España.
"Yo no me siento capaz desde mi gorra de Gobernador decir si es excesivo o no un componente del gasto", insistió Escrivá sobre el hecho de que la memoria anual se limitase a citar las conclusiones del último informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) en lo relativo al sistema de pensiones que él se encargó de reformar desde su posición de ministro. "Dentro de 15 o 20 años veremos si la reforma sigue o no. El tiempo dirá si las pensiones son sostenibles. Creo que no debo defenderme de lo que hice", apuntó.
En este sentido, Escrivá salió al paso de las críticas por haber ocupado el puesto de gobernador por designación de Pedro Sánchez directamente desde la cartera de ministro de la Seguridad Social. "En ningún sitio pone que no se pueda pasar de un Gobierno a un Banco Central. Es absolutamente habitual y me parece que en algunos contextos es una buena idea por la experiencia que uno trae", defendió en sede parlamentaria.
Escrivá tiró de ejemplos de colegas suyos en el consejo del Banco Central Europeo (BCE) que, como él, han pasado directamente desde los ministerios económicos de los Ejecutivos estatales a los bancos centrales.
Frente a las limitaciones impuestas en los análisis a futuro, Escrivá sí dijo que hay puntos del informe anual en el que "no sentimos cómodos para opinar por que tenemos capacidad analítica indiscutible para apuntar en un dirección". En este ámbito citó la deuda pública o las bajas laborales y el impacto que tienen éstas sobre el gasto público y la productividad de las empresas.
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