El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones dirigido por Elma Saiz ha presentado un borrador sobre los compromisos firmados en el mes de julio de 2024 con los agentes sociales sobre la jubilación flexible. Es decir, la jubilación que permite compatibilizar la pensión con la actividad laboral. La propuesta, a la que ha tenido acceso El Independiente, pretende elevar las horas trabajadas mínimas y máximas para poder tener acceso a esta modalidad de jubilación.

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Por el momento, para poder acceder a la compatibilidad de la pensión y el salario, la jornada de trabajo realizada por el pensionista debe estar comprendida entre un 25% y 75% en relación con la de un trabajador a tiempo completo. Es decir, 10 y 30 horas semanales respectivamente. El nuevo documento supondría elevar la jornada mínima al 40% —16 horas semanales— y la máxima, al 80% —32h.—. No obstante, Seguridad Social ha introducido también un incentivo para hacer más atractiva esta modalidad, un incremento extra en la pensión.

Si el jubilado espera, mínimo, seis meses para volver a trabajar desde la fecha en que se hubiera causado la pensión de jubilación, obtendría un incremento adicional en la cuantía percibida del 10% o del 20%, en función de cuántas horas vaya a trabajar. En el caso de que tenga una joranda de entre el 40% y el 60%, el importe de la pensión compatible con el trabajo se incrementaría un 10%. Si la jornada se encuentra comprendida entre el 60% y el 80%, lo haría un 20%.

De esta forma, si un jubilado que cobra, por ejemplo, una pensión de 1.000 euros, decide ponerse a trabajar con una jornada de 16 horas semanales —40%—, percibiría el salario correspondiente por su jornada laboral y el 60% restante lo pagaría la Seguridad Social, es decir 600 euros. A ello se sumaría el incentivo propuesto por el ministerio de Saiz, en este caso del 10%, por lo que se sumarían 60 euros más.

"Las nuevas modificaciones quieren solventar el fracaso de la jubilación flexible. Si bien las demoradas han aumentado, en el caso de las flexibles solo 3.000 personas la han adoptado desde que se introdujo hace un año. La propuesta tiene lógica económica, la Seguridad Social pagaría menos por la parte que el jubilado trabajase. Eso que se ahorraría", explica para El Independiente Francisco Puértolas, profesor de EAE Business School.

No obstante, Isabel Casares, secretaria general de OCOPEN (Organización de Consultores de Pensiones) puntualiza para este diario que "aunque pueda resultar atractiva para personas con ingresos medios-altos, que pueden permitirse esperar más para maximizar su pensión, probablemente no sea lo suficientemente potente para quienes tienen carreras laborales más discontinuas, salarios bajos o necesidades económicas urgentes. Además, muchos trabajadores de edad avanzada priorizan el descanso y salud sobre el beneficio financiero. La clave estará en el diseño comunicativo y la flexibilidad real para elegir estas fórmulas".

¿Y la propuesta de Yolanda Díaz de reducir la jornada?

Una duda que suscita la normativa es qué pasará en caso de que el Congreso apruebe finalmente la reducción de la jornada laboral que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, quiere impulsar. Los expertos señalan que, sencillamente, se adaptarían los porcentajes al nuevo total, es decir 37,5 horas semanales.

Así, el mínimo del 40% quedaría en 15 horas —una hora menos que si se aplicase la jornada de 40 horas— y el máximo, en 30 horas —dos horas menos—. Según explica Casares, el problema del solapamiento de la reducción de la joranda y de los nuevos requisitos de la jubialción flexible sería que "de aprobarse la nueva jornada, no se implementaría en todos los sectores a la vez, como suele suceder con reformas de este tipo y se generaría una desigualdad transitoria entre los sectores públicos, grandes empresas y pymes".

Alargar la vida laboral

El desafío de la sostenibilidad del sistema pensiones es una problemática en el corto, medio y largo plazo. El pago de las pensiones representa el gasto más voluminoso del presupuesto de la Seguridad Social, un gasto que no deja de crecer. De hecho, tiene un resultado deficitario ya que los ingresos vía cotizaciones no cubren el gasto total.

Así, la Administración General del Estado ha estado haciendo transferencias desde los Presupuestos Generales para poder hacer frente a sus compromisos. Se trataba de una estrategia habitual hasta que la AIReF y la Comisión Europea pidieron limitarla como medida de ingreso. De esta forma, a principios de junio, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones borró el párrafo en el que explicaba a la AIReF qué debía contabilizar como ingresos donde se incluían las transferencias.

Frente a esta nueva limitación para sostener el sistema de pensiones, el Gobierno deberá buscar nuevas vías para llegar a fin de mes. Como solución, distintos organismos como el FMI o la AIReF porponen alargar la vida laboral, fórmula que la ministra Saiz está siguiendo con la nueva propuesta de jubilaciones flexibles.


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