El Gobierno ya tiene plan 'antiapagones'. Y en él no se vislumbra ningún cuestionamiento al peso que las energías renovables tienen en el 'mix' energético español, como se cuestionó desde algunos ámbitos tras el apagón. Más aún, se refuerza la apuesta por ellas. Entre las medidas que recoge el Real Decreto ley que hoy ha aprobado el Consejo de Ministros, y que deberá convalidar aún el Congreso de los Diputados, propone incentivar el almacenamiento energético, ampliar los plazos de ejecución de los nuevos proyectos eólicos y fotovoltaicos, impulsar la electrificación en España y que las energías renovables también puedan formar parte del control de la tensión y del plan de respaldo al sistema.

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Una de las medidas que se plantea es el apoyo a programas de repotenciacion de instalaciones renovables, en aras a que incrementen su potencia. En el caso de las plantas eólicas permitirá además reducir el impacto medioambiental al reducir el número aerogeneradores de cada instalación. La ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha asegurado que uno de los objetivos de estas medidas es fortalecer la resiliencia y autonomía del sistema "en un contexto tan complejo y geopolíticamente complicado como el actual"-

El Gobierno mantiene así su apuesta por la energía renovable que el año pasado representó el 56% del mix energético nacional y que en 2030, según el PNIEC, debería alcanzar el 81%. Tras el apagón, el peso que estas energías mantienen en el sistema energético español fue puesto en cuestión. Sin embargo, ahora el Ejecutivo mantiene y refuerza su apuesta por ellas. Con este decreto se quiere hacer más atractiva la apuesta por las renovables y con ello repuntar las inversiones en este ámbito. La flexibilización de los plazos, el acceso a remuneración por el control de la tensión de la red o la flexibilización de la burocracia en los proyectos profundiza en ese camino para despejar incertidumbres ante futuras inversiones.

CNMC y REE, reparto de funciones

El plan 'antiapagones' vertebra sus medidas en t5res grandes bloques: el refuerzo de la supervisión de la red, las capacidades de control de la tensión y de amortiguación de las oscilaciones, el almacenamiento y flexibilidad y electrificación. También se potencia la función de supervisión del sector eléctrico de la CNMC, que evaluará periódicamente las obligaciones de control de tensión de los sujetos obligados a prestar el servicio. A este respecto, el 'superregulador' tendrá seis meses para evaluar las obligaciones de control de tensión de los agentes del sistema eléctrico obligados a prestar el servicio, y elaborar el informe correspondiente, que actualizará cada tres meses.

También completará un plan de inspección extraordinario de las capacidades de reposición, con mayor atención a las instalaciones con arranque autónomo y las redes de distribución, que se repetirá cada tres años.

Mientras, Red Eléctrica de España evaluará la necesidad de implementar sistemas para controlar la tensión y otros elementos, como las oscilaciones de potencia, y se revisará la normativa de acuerdo con sus conclusiones. Se encargará al operador del sistema que elabore propuestas de modificaciones normativas sobre las respuestas frente a las oscilaciones de potencia, sobre la velocidad de variación de tensiones, sobre la programación de las restricciones técnicas y sobre otros elementos técnicos que contribuyen a fortalecer la seguridad del sistema.

También se le encomienda el desarrollo de un nuevo procedimiento de operación para coordinar los planes de desarrollo de la red de transporte y de la red de distribución y una propuesta de requisitos mínimos de monitorización para análisis de incidentes.

Estas propuestas técnicas deberán estar listas en plazos de tres a 15 meses. Las reformas normativas subsiguientes deben estar aprobadas en menos de seis meses. Red Eléctrica así mismo incorporará a sus funciones la de servir como punto de acceso único a los datos de los clientes finales -siempre respetando la confidencialidad de la información personal- para mejorar el funcionamiento de los mercados de electricidad.

Hasta ahora, esta información, procedente de 30 millones de contadores inteligentes, se encuentra repartida por más de 300 compañías distribuidoras.

Almacenamiento

El impulso del almacenamiento era una de las demandas del sector eólico y solar, de modo que las plantas renovables pudieran almacenar la energía que producen. El Gobierno defiende que de este modo se contribuye a reducir la dependencia de energías fósiles y también dota al sistema de más recursos ante posibles eventos adversos. Se agilizan y facilitan los proyectos de almacenamiento en los parques ya autorizados y en cuyo perímetro se pueda instalar este tipo de sistemas de almacenamiento energético.

La electrificación es otro de los grandes ejes que se incluyen en el decreto. Se refuerza las ayudas para la instalación de puntos de recarga para coches eléctricos, bombas de calor y o la aerotermia. En este sentido se plantean medidas como la reducción de impuestos como el IBI o el ICIO, o la modificación de la ley de Propiedad Horizontal. Se pretende impulsar la electrificación en el ámbito de la movilidad, la Industria y la climatización.

La sobretensión que según el informe del Gobierno provocó el apagón, es otro de los frentes que se quiere atajar. En este punto acusó tanto a Red Eléctrica como a las energéticas de no haber controlado de modo adecuado la tensión de la red. Por ello, el real decreto incorpora medidas para que las renovables también puedan participar para dar ese respaldo a la red, junto a las energías convencionales que lo hacían hasta ahora. Por estar disponibles cobrarán.

Red de Transporte

El Gobierno aumentará la resiliencia del sistema con una relación de actuaciones específicas que se incorporarán a la Planificación vigente. De esta manera, cada tres años se revisará la planificación de la red de transporte en vigor, lo que iniciará un nuevo ciclo de planificación sexenal, y se aprobarán modificaciones de aspectos puntuales cada dos años.

De manera excepcional, para anticipar futuras necesidades de regulación de tensión y amortiguamiento de oscilaciones, entre otras variables eléctricas, se modificará con tramitación acelerada la vigente Planificación con horizonte 2026 para incluir compensadores síncronos, reactancias y otros elementos que presten servicios adicionales, lo que, a la par, reducirá el coste de las restricciones técnicas.

Acceso a la red, caducidad a los 5 años

Para facilitar la conexión a las redes eléctricas de nuevas actividades económicas, industriales principalmente, se revisa la normativa de acceso y conexión de la demanda, fijando en cinco años el plazo de caducidad de los derechos de acceso, lo que posibilitará un mayor aprovechamiento de redes existentes y, actualmente, en desuso.

Igualmente, se acortan los plazos para que las empresas eléctricas atiendan nuevos suministros y se adoptan disposiciones para agilizar la conexión de nuevos accesos para demanda, principalmente industrial. Las facilidades de conexión alcanzan igualmente a las acometidas de los puntos de recarga para vehículos eléctricos, que quedan exentas de autorización, siempre que no sea necesaria una evaluación de impacto ambiental ni una declaración de utilidad pública.

En la línea de medidas de electrificación, al objeto de fomentar el autoconsumo, la distancia máxima entre la generación y el consumo aumenta a cinco kilómetros para instalaciones menores de cinco megavatios (MW), se flexibilizan las tipologías, y se introduce la figura del gestor de autoconsumo, que podrá ejercer de representante de los partícipes, facilitando las gestiones necesarias para su buen funcionamiento.

Por otra parte, para seguir potenciando la demanda y la electrificación industrial, el decreto incorpora la exención del 80% de los peajes eléctricos a la industria electrointensiva con carácter retroactivo desde el pasado 23 de enero, habida cuenta de la eficacia que ha demostrado desde su establecimiento, hace dos años y medio, con motivo de la guerra de Ucrania.

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