Si bien al hacer el balance final para el mes de julio, el número de desempleados registrados ha disminuido en 1.357 personas —situándose en 2.404.606, su nivel más bajo para este mes desde 2007—, los demandantes de empleo han ascendido hasta las 96.295 personas, según los datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social. Se trata del peor dato para el séptimo mes del año desde 2010. Además, si se desagrega el dato, se observa que del total, el 98,77% (95.111) eran demandantes ocupados. Es decir, trabajadores que ya poseen empleo pero se inscriben en los servicios públicos de empleo para buscar uno nuevo, mejorar el que tienen o para compatibilizar su empleo actual con otro puesto.
"Aunque no en exclusiva, pero sí fundamentalmente, esos demandantes de empleo ocupados tienen un contrato fijo discontinuo en vigor, pero están en situación de inactividad, no están trabajando. Y de esos hay muchos en el sector de educación", ha explicado Valentín Bote, director de Randstad Research. A lo que ha añadido: "El sector de educación es el protagonista en términos de empleo en el mes de julio, no por crearlo, sino por destruirlo. Es el sector que más movimiento tiene respecto al mes previo, y en este caso es un movimiento en negativo con una pérdida de 127.500 afiliados en un único mes. Es algo típico, el sector educativo, en los meses de junio, julio y agosto, destruye mucho empleo y luego lo recupera en septiembre, octubre y noviembre".
Sin embargo, este patrón no es exclusivo del sector educativo. La figura del fijo discontinuo, cada vez más común tras la reforma laboral, ha ganado peso en el conjunto del mercado laboral. Pese a ello, el Ministerio de Trabajo evita desglosar mensualmente el dato de trabajadores con un contrato fijo discontinuo que se encuentran inscritos como demandantes de empleo ocupados. No obstante, los servicios estadísticos del propio departamento sí lo incluyen en su Anuario de Estadísticas Laborales.
Según el último informe que han publicado, correspondiente con el año 2024, hubo 687.884 fijos discontinuos inactivos inscritos como demandantes de empleo a lo largo del año, un 17,6% más que el año anterior, un 111% más que en 2021 y casi el triple que en 2019. Aunque estos trabajadores no se contabilizan como parados registrados, su situación —sin empleo efectivo, sin cotizar y, en muchos casos, percibiendo prestaciones— los asemeja al desempleo real. Por ello, cada vez más voces reclaman su inclusión en los análisis sobre el mercado laboral.
De hecho, si se añadieran al recuento oficial de desempleados, el impacto sería notable. Aplicando esta cifra media al total de parados recogido en la última Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente al segundo trimestre de 2025, la tasa de paro aumentaría del 10,29% (2.553.100 parados) al 13,06% (3.240.984 parados).
Esta realidad contrasta con el discurso oficial, que insiste en poner el foco en la calidad del empleo generado. "Este volumen de ocupación se sostiene sobre trabajo de gran calidad y cuando digo trabajo de gran calidad, lo digo en dos aspectos fundamentales: en la calidad de los contratos que se están haciendo: contratos fijos, indefinidos, estables y con derechos... y en la calidad de los sectores productivos que están incrementando el empleo", ha comentado este lunes el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, durante la presentación de los datos de paro y afiliación.
Sin embargo, al observar la contratación registrada en julio, el panorama muestra más matices. El número total de nuevos contratos registrados durante el mes de julio ha sido de 1.588.983. De ellos, 979.019 han sido temporales —el 61,61%—, lo que supone un incremento del 7,7% respecto a junio. Un dato que, además, implica que el peso de la contratación temporal sobre el total ha aumentado un 0,87% en comparación con el mes anterior. Por su parte, la contratación indefinida ha ascendido hasta los 609.964 contratos, un 3,8% más que en el mes anterior, lo que representa el 38,38% del total.
Además, dentro de la contratación indefinida, el 38,07% de estos contratos fueron a tiempo completo, frente a un 36,11% de fijos discontinuos y un 25,83% indefinidos a tiempo parcial. A lo que cabe añadir que "33.983 personas firmaron en julio más de un contrato indefinido, lo que supone el 6% de todos aquellos que firmaron algún contrato de dicha naturaleza", han puntualizado desde Randstad Research en su valoración de los datos de empleo del mes de julio.
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